Interviene el director general de la OMC para liberar al activista francés

Retienen en Hong Kong a Bové; me impiden participar en la cumbre, dice

Tras las posiciones de EU, la UE y países en desarrollo se prevé el fracaso del encuentro

AFP, REUTERS Y DPA

Hong Kong, 12 de diciembre. El líder altermundista francés José Bové fue retenido este lunes por varias horas en el aeropuerto de esta ciudad, en la víspera del inicio de la reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

"Se me impide de manera muy formal participar en la cumbre", dijo Bové desde su teléfono celular a una radio francesa, mientras el director general de la OMC, Pascal Lamy, y autoridades francesas, intervinieron terminar con la detención.

Bové es un agricultor francés conocido por haber derribado con un tractor un restaurante de la cadena estadunidense McDonalds, en Millau (Francia), en 2000, como una forma de protesta contra la globalización.

El militante de Conferencia Campesina fue conducido a un centro de retención del aeropuerto de esta ciudad china al bajar del avión, procedente de Seúl.

"Las autoridades de Hong Kong me detuvieron en el aeropuerto, me retuvieron, ¿estaba mi nombre en una lista?", explicó Bové.

"Me metieron en un centro de retención y allí tuve derecho a mi boleto de vuelta, ya que debía tomar el avión esta noche" a las 23 horas locales (9 de la mañana en la ciudad de México.

Las autoridades locales "no conocen la realidad del mundo de la antiglobalización y tienen una gran inquietud", agregó el activista, quien en 1998 fue procesado en Francia por la destrucción de maíz genéticamente modificado.

Bové agradeció la intervención del director general de la OMC para poner fin a su retención en el aeropuerto.

"Con Pascal Lamy hace años que discutimos juntos, tuvimos debates en la prensa, debates públicos. No es porque tenemos ideas distintas que no nos respetamos. El hecho de que haya intervenido no me sorprendió, porque es alguien que tiene una idea de la democracia muy fuerte", subrayó Bové.

Durante su retención en el aeropuerto, Bové explicó la situación en directo a la cadena de radio France Inter a través de su teléfono celular.

Bové prometió luchar "siempre pacíficamente, pero no por ello debemos meternos nuestras ideas en el bolsillo".

La policía de Hong Kong está en alerta máxima ante la llegada de 10 mil activistas, y posibles manifestaciones violentas durante la conferencia ministerial de los casi 150 países miembros de la OMC, que se comienza este martes.

El domingo se realizó la primera protesta antiglobalización en las calles de Hong Kong, sin que se reportara de acciones violentas.

Sin embargo, militantes surcoreanos anunciaron "acciones extremas y osadas". Yang Kyeong Kyoo, vicepresidente del comité interino de la Confederación Surcoreana de Sindicatos, evitó precisar la naturaleza de éstas, pero no descartó la posibilidad de que se produjeran suicidios, como ocurrió en Cancún, en 2003.

Los puntos esenciales de la reunión ministerial son el desmantelamiento de subvenciones, ayudas públicas a las exportaciones y aranceles para la agricultura, los servicios y los productos no agrícolas, conocidos en la jerga de la OMC como NAMA.

No obstante, desde hace un par de meses se prevé que fracase el encuentro, en virtud de las diferencias que existen entre la Unión Europea, con Estados Unidos y los países en desarrollo, agrupados en el G20, en el tema de los subsidios agrícolas.

La UE propuso hace unos meses una reducción en sus aranceles de entre 35 y 60 por ciento a cambio de abordar el asunto de los servicios; el G20, liderado por Brasil, solicita una mejor oferta.

Tanto el comisario de Comercio de la Unión Europea, Peter Mandelson, como el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, han dejado claro que no moverán ficha hasta que no lo haga el otro, lo cual no parece que vaya a ocurrir en Hong Kong.

A la vista del estancamiento, los seis actores principales de la negociación (Estados Unidos, Unión Europea, Brasil, India, Japón y Lamy por la OMC), decidieron reunirse este lunes. Ahí acordaron convertirse en "plataforma común para contribuir al éxito de la negociación" y convocar a un nuevo encuentro, cuando lo crean necesario, durante la conferencia, según reveló el ministro japonés de Agricultura, Shoichi Nakagawa.

Poco antes, Amorim, Mandelson y el representante de Comercio estadunidense, Rob Portman, utilizaron a la prensa para transmitir sus posiciones.

Mandelson fue el primero en saltar a la arena para asegurar que la UE "no hará ninguna oferta nueva", mientras el brasileño advirtió que, "a menos que la unión mejore la propuesta sobre bienes agrícolas, no creo que la Ronda de Doha se concluya".

Mandelson declaró que vino a Hong Kong dispuesto a "discutir seriamente" con sus socios y espera que "los demás también lo hagan".

Pero Amorim indicó que a menos que los europeos acepten hablar de reducir el 54 por ciento de los aranceles, como reclama el G20, "no estará en el negocio" de abrir su propio mercado a los productos industriales y servicios provenientes del extranjero.

Portman también se sumó a Brasil y pidió a la UE un esfuerzo para reducir sus aranceles a la agricultura.

"La clave del desarrollo reside en el acceso a los mercados, la agricultura es el reto número uno y pensamos que debemos hacer más progresos en este campo", dijo el estadunidense.

Washington ofrece recortar los aranceles entre 55 y 90 por ciento (75 por ciento de media) y en 60 por ciento las subvenciones.

Mandelson explicó que un fracaso de la reunión se debe a que "simplemente no hemos dado juntos los pasos necesarios para tener la posibilidad de conseguir un acuerdo global en Hong Kong sobre las modalidades para liberalizar el comercio mundial.

Por ello, pidió un calendario fijo para amarrar las negociaciones, con el fin de que se pueda cumplir con el plazo fijado para concluir la llamada Ronda de Doha, un proceso de apertura comercial global iniciado en Qatar, en 2001.

Tras el fracaso de Cancún en 2003 los negociadores de esta Ronda querían amarrar el grueso del acuerdo en esta reunión de Hong Kong a fin de concluirla antes de finales de 2006.

Pero un nuevo fracaso en esta cumbre pondrá en juego la credibilidad de la OMC.

El ex presidente sudafricano y premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela, hizo un llamado a la OMC para que se esfuerce en luchar contra la pobreza en el mundo.

"En Hong Kong existe una posibilidad de que se tomen decisiones para sacar a miles de millones de personas de la pobreza", sostuvo Mandela en un comunicado que publicó la Coalición Mundial contra la Pobreza.