Usted está aquí: martes 13 de diciembre de 2005 Política ASTILLERO

ASTILLERO

Julio Hernández López

Exégesis de un penalti

Goles arreglados pero no anotados

La Ley de Murfhox: si algo puede salir mal...

JURA ESTA COLUMNA por la memoria de su santo patrono, Juan Carlos Onetti (autor de la gran novela El Astillero), que ya estaba a punto de declararse oficialmente elaborada por este día, con muy acomodadas referencias de la manera en que Víctor González Torres está al acecho de los buenos resultados de la campaña muy bien aceitadita que los opositores a Patricia Mercado han puesto en genérica marcha para echarla de la candidatura presidencial del partido alternativa socialdemócrata, campesina y quién sabe cuántas cosas más, y convertir ese partido y esa candidatura en un producto político asimilable que postule al patriota facultativo de caricatura apodado Simi como nuevo adalid nacional. Pero, ¡oh!, ¿Qué no podrían el IFE, o un referendo nacional, o el ideológicamente muy explícito Manuelunque Espino, o la Vela Perpetua, o el Padrecito Maciel, o quien por caridad nacional quisiera y pudiera, imponerle una tregua al Presidente de la República?

DE QUÉ SIRVE que columnistas como el arriba firmante se esfuercen cierto día en sortear las múltiples tentaciones de abordaje periodístico que el foxismo ofrece si a fin de cuentas va a salir el ciudadano titular del Poder Ejecutivo federal con que sus guaruras le habían ordenado a un portero juvenil que se dejara anotar un penalti pero ¡chin! "adonde me aventé, lo aventó", explicó Jorge Saucedo Rodríguez, un interno del Centro de Tratamiento para Varones de San Fernando, en la capital del país, a quien el equipo de seguridad de Fox le había pedido que dejara entrar el balón para que ¡gooooooooool! la imagen triunfadora del guanajuatense romperredes diera la vuelta al mundillo local como demostración de que México ya cambió. Pero resulta que los señores del poder no son capaces de organizar ni siquiera una maniobra de engaño ínfimo (¡Arturo Yamasaki, el jefe de La Familia Corleone de árbitros profesionales de futbol, para presidente!)

Y DISCULPARAN LOS lectores ávidos de enterarse de otro de los temas que ya estaban escritos y que debieron dar paso a esta lectura apresurada de un penalti como explicación de la desgracia nacional reciente (en esa parte excluida se hablaba de los peligros para el país que significa el enredo de las videograbaciones zetas, el pique entre instituciones como la Defensa Nacional y la PGR y, en esta procuraduría, entre la sección infantil comandada por el notario C. de V. y el ala dura a cargo del subprocurador Santiago Vasconcelos, todo ello aderezado con la mirada expectante y los bidones de gasolina atizando el fuego de los halcones instalados al otro lado de la frontera) Pero es que a este comentarista futbolero le gana la curiosidad de saber cómo es que el jefe del Estado mexicano falló una jugada acordada: ¿alguien fue y le sopló al preciso a qué lado debía de chutar, o se dejó todo a la Divina Providencia, esperando que el pueblo-congreso-portero se acomidiera a esas reformas estratégicas balompédicas y El Cambio Prometido entrara rodando por sí mismo sin que nada ni nadie se atreviera a detener la trayectoria supuestamente obligada? O acaso, estando todo formalmente acordado, el portero se aventó adonde tenía que aventarse, pero el Primer Centro Delantalero -salazón del América y del León, equipo éste de la preferencia presidencial que nomás no ha podido subir a primera división nacional en lo que va del sexenio- tiró en favor de Creel, no, perdón, de Salinas, no: tiró a las manos o al cuerpo de un portero que finalmente no pudo más que toparse con el obviamente pedestre error presidencial de diciembre? ¡Oh, señoras y señoras, imbuidos todos de generoso espíritu navideño!: ¿cuanto vemos será farsa parecida, tongo digno de Kahwagi, final futbolera de árbitros comprados, penaltis comprometidos aunque mal ejecutados? "Adonde me aventé, lo aventó", dijo lamentándose el joven portero previamente arreglado. La Ley de Murfhox: todo lo que puede salir gol queda en error (hay otra versión de esa ley, equívocamente adjudicada a un ingeniero de desarrollo, Edward A. Murphy júnior, quien en 1949 dio forma a la tesis de que todo lo que puede salir mal habrá de salir mal. Esta columna, Aztiyero, está en condiciones de informar que el verdadero autor es un guanajuatense zapatero y empresario que escribió: todo lo que comienza con un botín acaba en un botín).

ASTILLAS: PURAS BUENAS VOLUN-TADES: que los senadores dicen que quieren revisar ese asunto de la ley de radio y televisa con más calma; que el FBI y la PGR dicen que no es cierto que Macedo de la Concha se escriba con zeta; que la guillotina priísta no será activada ahora sino cuando pase la fecha de registro de candidaturas presidenciales, para que Elba Esther Gordillo tenga que renunciar al PRI si quiere ser postulada por su Panal; que el IFE dice que las páginas electrónicas de los candidatos no violan el receso impuesto... Y algunos correos sobre el tratamiento astilloso de las dos tomas tabasqueñas de protesta presidencial: "Concretamente, AMLO tuvo más de 60 mil de corazón; Madrazo tuvo 10 mil acarreados oaxaqueños y tabasqueños, etcétera, en su protesta; ¿y Calderón tuvo 5 mil? Hay que ser imparcial, objetivo y no tendencioso", escribe F. Avalos desde [email protected]... Por su parte, Martín López González (mlopez@cts-mex.com.mx) comenta: "Creo que tú también estás perdiendo la brújula o te afectó la instrucción del IFE. Es realmente sosa tu crítica, y mentirosa respecto a López Obrador. Tú ni siquiera tienes objetividad (...) y tú estúpida crónica de los hechos no dice que asistieron miles de personas sin partido y que la candidatura de Andrés Manuel va a la alza"... A.F. Navejas ([email protected]), desde Querétaro: "El Astillero estudioso de jeroglíficos absurdos. Más bien Astillero debería estudiar al merolico y más aún a los que le compran sus agüitas milagrosas. Qué manera de desparramar interpretaciones hediondas"... Y, agradeciendo las muchas otras cartas de quienes sí les gustó Las dos tomas, ¡hasta mañana!

* Fax: 5605-2099 * [email protected] *

 
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