Queremos cambiar la imagen de país exportador de malas noticias, señaló

Arjona abandera campaña para impulsar a Guatemala como destino turístico

Todavía no me veo de regreso en mi país, quizá dentro de cinco o 10 años, afirma

ARTURO CRUZ BARCENAS ENVIADO

Antigua, Guatemala, 9 de diciembre. El cantante y compositor Ricardo Arjona es la punta de lanza de la mayor campaña de promoción turística que se haya hecho en la historia de Guatemala para difundir sus bellezas naturales, arqueológicas, musicales e históricas. El contexto fue la presentación de su nuevo disco, titulado Adentro, que se efectuó el pasado miércoles en el hotel-museo Casa Santo Domingo -de esta ciudad designada por la UNESCO patrimonio cultural de la humanidad-, adornado con miles de veladoras distribuidas en sus amplios patios de arquitectura colonial.

Ahí, ante más de 200 periodistas de América, cantó algunos de sus éxitos, en presencia también del ex presidente y actual alcalde de Guatemala, Alvaro Arzú.

Por aquí, en estos días, todo es Arjona. En el patrocinio de una cerveza, Gallo; en promocionales de restaurantes, en la radio y televisión. Entre los invitados a la presentación del disco, Eugenia León y mucha gente de Miami, los centroamericanos, colombianos, mexicanos...

La inversión millonaria traerá frutos, esperan las autoridades del Instituto Guatemalteco de Turismo. El folclorismo típico, con desfiles de trajes tradicionales, que suman más de 550.

Pero afuera la pobreza huele, duele, está por todos lados. Arjona enfocado en el turismo, para que promueva otra imagen que no sea la de la una nación exportadora de malas noticias.

Arjona, el narrador de historias, como se le llama, dice no poder decir por qué le llamó a su disco Adentro. Es una pequeña trampa. Todo está calculado. Adentro es una entropía, una energía de quien vuelve a su país, luego de deambular por otros, entre ellos México, donde fundó su triunfo.

El cidí del autor del considerado "segundo himno guatemalteco": Señora, esa de las "cuatro décadas", que ahora debe ser ya cincuentona, contiene 15 temas, todos de su autoría, es un reflejo de este compositor que no es ni Perales ni Serrat y que se crió en un barrio de Jocote. Vagabundeó. Algunas de sus canciones están impregnadas de calle.

En charla con este casi héroe, que suma su nombre a quienes le han dado fama a Guatemala, como la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, que no llegó a la presentación, aunque estaba invitada, Arjona trata de mantener la calma en medio de un trajín agotador de entrevistas y poses para miles de fotografías.

Difícil explicar el regreso a casa

"En los últimos años de mi vida me ha dado por regresar a mi tierra. Es un asunto inconsciente y difícil de explicar. Siempre tuve un sentimiento que se convertía casi en miedo, que es el hecho de ser desarraigado de las cosas. Nunca me he aferrado a nada, ni a una casa, ni un auto o un país. Cuando me fui de Guatemala me preguntaron si no sentía tristeza, por supuesto, pero me gustaban más las imágenes de un mundo de puertas abiertas.

"Guatemala está viviendo hoy un momento importante. Todos tenemos ganas de un cambio radical. Tenemos ya algún tiempo de haber firmado el tratado de paz y las cosas parecen ir de menos a más. Mi afán, en esta ocasión, es presumir dos cosas: este disco y mi país, para que los medios de comunicación vayan a otros países y le cuenten al mundo lo que está pasando en Guatemala. Hemos sido una nación exportadora de malas noticias, por la época de gobiernos militares que nos tocó vivir, por la guerra entre hermanos durante muchos años. Hoy queremos cambiar de manera radical", dijo.

Hay representantes del gobierno en el programa. ¿Está cercano a las autoridades? "He sido muy cuidadoso de establecer los menores vínculos posibles con la política de cada uno de los países que visito, incluyendo el mío. He hecho cosas en el anonimato, para que no se tome que es una actividad promocional de mi imagen. He realizado una labor subterránea.

"Tengo un acercamiento con el Ministerio de Educación. A algunos les gusta aparecer en la foto conmigo, pero a mí no. Canalizó mi trabajo mediante la posibilidad de montar centros relacionados con la música y la pintura. Esto es por un proceso de madurez y aun hoy no me veo de regreso a Guatemala, quizá dentro de cinco o 10 años. Estaré con las amistades viejas y con la familia.

"Rigoberta Menchú también ha sido muy cuidadosa de estos vínculos. Sí salimos en la foto, pero está claro cada fin. No sé qué va a pasar. Ustedes los mexicanos apenas se están acostumbrando a este asunto. Nosotros ya llevamos en este juego de la democracia muchísimo más tiempo que ustedes. Digo este juego de la democracia porque es una utopía.

"Veo muchas cosas en México que viví en Guatemala desde que tengo uso de razón. El hecho de haber dicho nuevo presidente -Vicente Fox- y nuevo partido -PAN-, muy bien. Lo que dejaron los otros es muy complicado. El asunto en México está apenas cambiando", añadió.

"Yo hice una fiesta interior el día que cambió de partido. No sabía si iba a ser el mejor o el peor gobierno de la historia mexicana, pero el mero cambio es un paso agigantado. México está empezando a vivir en este nuevo mundo, y lo digo con todo respeto. La prensa cambió muchísimo más de lo que había cambiado en los pasados 20 años.

"Se abrió una puerta, pero ahora hay que madurar. En épocas de Carlos Salinas no me imagino un programa de televisión donde se imita al presidente y a su esposa. Es un punto de vista bien personal. Respecto de Fox, me voy a mantener al margen en cuestiones de capacidad, pero se me hace alguien bien intencionado. Cambiar la estructura en cinco años es complicado."

Dijo que no se puede quedar cruzado de manos sobre la situación de su país. "Podemos seguir siendo consecuentes con las ideas que teníamos cuando éramos estudiantes, de cambiar el mundo y de hacer una revolución. Hay que empezar por algo. En Guatemala seguimos viviendo la misma escena: españoles que vienen, se enriquecen y se van, y mujeres violadas. Es muy difícil hallarle flores a este jardín."

Error, imponer música

Aseguró: "Yo jamás participaré en ningún puesto político. Tampoco estoy de acuerdo con el presidente venezolano Hugo Chávez respecto de su ley 50 y 50 -la mitad de la transmisión musical en la radio es nacional y el resto extranjera-. Es un error garrafal que la música de un país deba ser ejecutada por ley, porque entonces pierde competencia y calidad. Lo que debe sonar debe serlo porque tiene calidad".

Reiteró que no está ligado al gobierno. "Estoy haciendo esto de manera independiente. Mi fundación Adentro le dará seguimiento y es independiente, mía. En el momento que quieran utilizarla lo haremos saber. Para hacer este acto necesitamos de la colaboración de ellos. Se trata de promover Guatemala".

Para Arjona las pandillas guatemaltecas llamadas maras "no son otra cosa que una sociedad hambrienta de sacar esta cantidad de rencor que llevaba dentro como una olla de presión".

Su disco es una consecuencia lógica de su introspección. "Este disco me parece que tiene aciertos muy interesantes. Es representativo y mantiene una frescura que nos acerca a la gente. Guarda cierto peso con la canción Mojado. Defiendo mi trabajo. Quien hace discos para pocos".