Presentan el disco compacto de su obra Séneca o Todo nos es ajeno, en el CNA
Marcela Rodríguez escribe ópera desde ''la estética de la austeridad''
La compositora pugna por suprimir lo fastuoso del género y hacerlo más accesible al público
''Hay que rascarle a la música, a los sonidos, para suplantar el lenguaje hablado'', dice
Ampliar la imagen Escena de S�ca o Todo nos es ajeno, �a de Marcela Rodr�ez que dirige Jos�re� durante su estreno mundial en septiembre de 2004, en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario FOTO Carlos Cisneros Foto: Carlos Cisneros
Escribir ópera hoy día es un acto de necedad. Cuando menos esa es la percepción de la compositora Marcela Rodríguez, ante lo costoso y complejo que resulta desarrollar montajes en este género.
Por ello la también docente se ha empeñado en sustraer el elemento fastuoso en la creación operística y la ha abordado a partir de lo que denomina ''la estética de la austeridad'', que consiste en el principio de tratar de hacer lo más con lo menos.
Esa premisa la hizo evidente desde su primer título, La tsunamita, que depuró en el segundo, Séneca o Todo nos es ajeno, el cual fue montado de nuevo esta semana, a un año de su estreno mundial, como espectáculo invitado del Festival Internacional de Artes Electrónicas y Video Transitio_Mx.
Con dos funciones programadas, la primera efectuada anoche y la otra este sábado a las 18 horas en el teatro de las Artes del Centro Nacional homónimo (CNA), el montaje sirve de contexto para la presentación del disco compacto de la obra, realizado bajo el sello Urtext.
Música al servicio del drama
La puesta, al igual que la grabación del álbum, corre a cargo del mismo equipo participante en el estreno, encabezado por Juliana Faesler y José Areán, en las direcciones escénica y concertadora, respectivamente.
El elenco lo integran Armando Gama (barítono), Irasema Terrazas (soprano) y Oscar de la Torre (tenor). De la parte musical se encarga el ensamble Signos.
-¿Qué le encuentra de fascinante a un género tan antiguo como la ópera?
-La ópera tiene un estigma fuerte. En los años 60 se le vio como un género muy conservador y elitista, ante lo cual perdió prestigio en el mundo.
''Entre los años 50 y 70, de hecho, se interrumpió la producción y fue hasta los años 80 que los compositores la retomaron, entre ellos destacan el estadunidense Philip Glass y su compatriota John Adams.
''Me gusta el tema del Séneca porque se relaciona intrínsecamente con el del imperio, con la negligencia de éste, de lo dictatorial, de su arrogancia y ceguera.
''Y esta obra me permite decir que el ser humano nada ha aprendido de la historia; que los imperios son brutales sin importar la época, como lo demuestra el que vivimos bajo la guía de Bush.''
-En lo musical, ¿cuáles han sido sus motivaciones y objetivos dentro la ópera?
-Con la escritura de Séneca y antes de La tsunamita, he aprendido que la ópera es drama y que la música debe estar al servicio de éste, del carácter de los personajes y transparentar el alma de éstos. Si no, la ópera no tendría sentido y sería mejor hacer un concierto de música bonita.
''Con ambas obras me he sentido más cerca de un director teatral que de un compositor.
''Además, si me atreví a incursionar en la ópera fue porque he trabajado con muchos directores de teatro.
''En la ópera hago hincapié en el drama y que la música esté al servicio del mismo. Entonces hay que rascarle a la música, a los sonidos y a los ruidos para que nos ayuden cada vez más a suplantar el lenguaje hablado.
''Y es que el lenguaje musical tiene que acercarse cada vez más al ideal del ser humano: lo que no puede decirse con palabras, expresarlo con la música.''
Recurrir a la imaginación
-¿Por qué empeñarse en escribir ópera cuando inclusive resulta difícil que a un compositor contemporáneo le toquen una obra sinfónica?
-Es una necedad absurda del compositor. La ópera es una expresión muy costosa y difícil de montar. La verdad no sé porqué hago ópera, creo que porque me gusta el drama.
''Una de mis ideas es hacer ópera mucho más accesible. Por ejemplo, hacer pequeños cuadros en los que participen dos cantantes y un instrumento. Tengo ya ese proyecto de hacer una serie de arias o situaciones dramáticas que sean callejeras y puedan ser llevadas a los bares o tocadas en una pequeña salita de concierto. Hay muchas posibilidades que pueden realizarse en el aspecto dramático.
''Los autores debemos tener la imaginación para encontrar lo barato y fácil de montar. La idea es quitarle a esta expresión lo fastuoso. Claro que de repente hacer una obra monumental no está mal, pero es un arte carísimo y en el actual contexto histórico no estamos para darnos esos lujos.
''De alguna manera, cada vez es más común que los compositores nos estemos obligando a valernos de la estética de la austeridad, que por otro lado también es preciosa.''