LOS DE ABAJO
LA RESISTENCIA DEL PUEBLO mapuche, su decisión de no desaparecer y conservar su patrimonio territorial impidiendo el avance de las empresas forestales en el sur de Chile, sigue provocando persecución judicial y encarcelamiento. Traiguén es una comunidad emblemática por la lucha que está dando frente a las grandes trasnacionales que siembran de eucalipto las tierras mapuche desalojando a sus verdaderos y ancestrales propietarios.
LA DEFENSA MAPUCHE de sus derechos culturales, políticos y territoriales tiene un saldo hasta hoy de nueve presos, que cumplen severas e injustas condenas en las cárceles del sur de Chile, todos enjuiciados bajo la ley antiterrorista creada por la dictadura militar de Augusto Pinochet para perseguir a opositores políticos. A ellos se suman otros cientos de mapuches procesados en los últimos cinco años por la justicia civil y militar chilena bajo diversas modalidades de "libertad condicional" o "vigilada".
LA PERSECUCION ALCANZA hoy a un miembro más de la familia Pichún Collonao, de la comunidad de Temelemu, comuna de Traiguén. Se trata de Pascual Alejandro Pichún Collonao, de 23 años, sobre quien pesa una orden de captura por parte de los tribunales de justicia chilenos. ¿Su delito?: ser un destacado miembro del movimiento social mapuche, fundador del grupo de música tradicional Kimkache y activo promotor de los derechos de su pueblo.
COMO MUCHAS FAMILIAS del pueblo mapuche en resistencia, la Pichún es víctima de una implacable persecución judicial y política. Actualmente se encuentran en prisión Pascual Pichún Collonao, jefe tradicional de la comunidad, y Rafael Pichún Collonao, padre y hermano, respectivamente, del joven Pascual. En medio de la creciente militarización de las zonas rurales, esta familia y su comunidad han enfrentado durante tres años un cerco policial que incluye sobrevuelos de helicópteros, permanente resguardo y vigilancia de la zona, controles de identidad en caminos públicos, allanamientos nocturnos a las viviendas de los comuneros y arrestos arbitrarios y extrajudiciales.
EN ESE CONTEXTO, desde el pasado 6 de diciembre inició una campaña internacional exigiendo el asilo político en Argentina de Pascual Alejandro, pues, se señala en la solicitud, se trata de una persona perseguida por ser miembro del pueblo mapuche, lo que constituye una persecución racial, y por ser un luchador social, que se traduce en persecución política encubierta bajo la figura de delito terrorista.
ESTUDIANTES Y MILITANTES mapuches de Argentina han constituido la Comisión por el Asilo Político en Argentina del Hermano Mapuche Pascual Pichún Collonao, asumiendo que aunque su petición es un derecho que cumple de sobra todos los requerimientos, se presentará con las adhesiones de la comunidad internacional sensible a esta situación. Las firmas para que Pascual pueda vivir en paz y con justicia junto a su pueblo al este de los Andes se pueden enviar al Comité de Elegibilidad para el Estatuto de los Refugiados: [email protected], con copia al correo [email protected].