Resguardar intereses económicos
Montevideo, 9 de diciembre. La vigesimonovena Cumbre de presidentes del Mercado Común del Sur (Mercosur), que finalizó hoy aquí significó un importante cambio de rumbo, y un sinceramiento de los presidentes de los países socios, además de una serie de demandas que deberán ser atendidas, ya que se necesita una unidad con escasas fisuras para enfrentar los desafíos del momento en el mundo.
Esta capital era hoy una ciudad literalmente tomada por las delegaciones de todos los presidentes, representantes, ministros de Economía, cancilleres, técnicos y la seguridad.
Los mayores movimientos se dieron alrededor de la figura del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, cuyo discurso actuó nuevamente como un revulsivo. En este caso, además resultó uno de los mayores protagonistas de los acuerdos de todo tipo firmados en estas horas, algunos de fuerte impacto político económico, tanto en los bilaterales con Uruguay, como en los energéticos con Brasil y Argentina. Esto también le mereció los consabidos ataques de los medios de la derecha local y de otros países.
Combate a la pobreza
Chávez dijo que el Mercosur "es un escudo de nuestros intereses políticos y económicos", y advirtió que el bloque de integración regional en el siglo XXI "debe colocar lo social por delante", llamando a iniciar un fuerte combate a la pobreza y el analfabetismo, a imponer programas de salud además de demandar mayor planificación en el bloque en todas las áreas.
"Algunos dijeron que Chávez no conviene al Mercosur, que no hay que darle carácter político, No puede ser, dicen las oligarquías y las trasnacionales. Pero no hay que tener miedo de politizarse. El Mercosur no puede ser de las elites o de las trasnacionales, sino un proyecto político y de los pueblos", sostuvo.
Chávez salió al paso de voces que mencionaban que el ingreso de Venezuela al Mercosur significaba un problema para la Comunidad Andina (Can) o la Comunidad Caribeña (Caricom), a las que su país está asociado.