El jueves 15 abrirá su muestra Cuatro cuartetos en el recinto de Reforma y Gandhi

Después de 22 años, Brian Nissen vuelve a exponer en el museo Tamayo

El artista presentará trabajos recientes de pintura, escultura, relieve y obra en papel

''La creación prehispánica siempre es materia viva, no algo enclaustrado en los museos''

MERRY MACMASTERS

Nacido en Gran Bretaña, radicado en México durante 15 años y con una década de vivir en Nueva York, más que ser de equis parte, Brian Nissen (Londres, 1938) se considera de ''la nación de los artistas". No le gustan los nacionalismos y ''menos en el arte".

''Desde luego mi cultura es híbrida porque me formé como artista aquí, donde llegué muy joven (en 1963)", expresa Nissen entrevistado con motivo de Cuatro cuartetos, exposición de pintura, escultura, relieve y obra en papel que inaugurará el jueves 15 a las 20 horas en el Museo Tamayo Arte Contemporáneo (Reforma y Gandhi), recinto que en 1983 presentó su muestra que versó sobre el poema Mariposa de obsidiana, de Octavio Paz.

Y como Nissen tenía tiempo de no exhibir en México, resultó oportuno mostrar obras creadas los años recientes, en Nueva York.

Asimismo, el pasado marzo inauguró el mural escultórico El mar rojo, ejecutado en un área de 42 metros de largo por cinco de alto, en el Centro Maguen David, en Cuajimalpa.

Uno de los "cuartetos", o series, Chinampas, consiste en esculturas y collages, o ''pinturas recortadas", nacidos de su atracción por la idea del islote flotante como espacio escultórico. Al llegar a México, recuerda Nissen, se sintió cautivado por el mundo prehispánico, sobre todo la escultura, pero no tanto en la forma, sino por el concepto de los objetos como ''mágicos".

Para él, las esculturas prehispánicas se caracterizan por ser objetos impregnados con un poder sobre el espectador. De allí que muchos son frontales de composición, porque ''el espectador pide cosas y el objeto opera sobre él". Eso, dice, influyó muchísimo en su idea de la escultura.

No obstante, indica que éste es un problema al tocar el tema de las obras prehispánicas; ''debemos estar muy conscientes de que no tenemos acceso a este mundo mágico. Lo que vemos es una traducción en que perdimos gran parte".

El arte, gran acto de invención

Si la escultura prehispánica todavía constituye una fuente de inspiración para Nissen es porque ''lo que yo le entendía curiosamente se lleva muy bien con el quehacer del arte actual en el sentido de que si hablamos de la escultura objeto, no lo pienso tanto en el sentido de que si es un objeto bello, más bien es la idea de la pieza que hace cosas al espectador y viceversa en forma de diálogo. Para mí, ésta es una idea muy contemporánea. Siempre he visto a la obra prehispánica como materia viva, no como algo enclaustrado en los museos".

Los ''cuartetos" restantes son Atlántida, una selección de la muestra que presentó en Barcelona, en 1992, con motivo de las celebraciones del quinto centenario del encuentro de España con América. Empieza con mapas marítimos inventados, a la manera de poemas, hechos en tinta sobre papel; luego, pinturas en relieve como si fueran fondos del mar vistos desde arriba, así como esculturas de volcanes o ruinas de pirámides.

Un tercer tema, Limulus, tiene que ver con un animal llamado cangrejo de herradura, en realidad un protoinsecto, muy común en la costa del este de Estados Unidos, pero que llega hasta Yucatán donde se conoce como cangrejo cacerola. Nissen quedó fascinado con su forma exterior de casco, aunque por dentro es muy ''barroco". Sculptoria consta de una serie independiente de esculturas recientes, la mayoría vaciadas en bronce.

Brian Nissen asegura estar siempre en el mismo momento de su trabajo, es decir, ''a la espera de lo que voy a descubrir con la próxima obra. Mi interés siempre es de explorar, indagar e inventar, porque el arte es un gran acto de invención".