Usted está aquí: viernes 9 de diciembre de 2005 Estados Siguen amenazas contra precandidato perredista al gobierno de Morelos

El sábado pasado sufrió accidente carretero; esta vez supuestos Zetas le piden 30 mil dólares

Siguen amenazas contra precandidato perredista al gobierno de Morelos

LA JORNADA MORELOS

Cuernavaca, Mor., 8 de diciembre. En el contexto del proceso de selección de abanderados del PRD, Alejandro Mojica Toledo, empresario, ex diputado local y precandidato a gobernador, fue amenazado por dos sujetos que dijeron pertenecer a la banda de Los Zetas, quienes le exigieron 30 mil dólares para no matarlo, como dijeron que se les ordenó.

Las amenazas se sumaron al accidente carretero que el perredista sufrió el sábado pasado, que le provocó lesiones en cuello y rostro, así como los actos de intimidación de que fueron objeto sus hijas el pasado primero de diciembre. Todos estos hechos fueron denunciados ante el secretario de Seguridad Pública Estatal, Enrique Doping y Aburto.

En conferencia de prensa, el aspirante a la gubernatura dio a conocer las amenazas vía telefónica que le profirieron dos sujetos identificados como Ulises Rancel y Sergio Roja, quienes aseguraron pertenecer al cártel de Juárez, y también a Los Zetas -aunque tal agrupación trabaja realmente para el cártel del Golfo-, quienes les advirtieron que si no pagaba por su vida, lo secuestrarían y atentarían contra miembros de su familia.

Alejandro Mojica indicó que luego de responder a la primera llamada telefónica y escuchar las amenazas, decidió solicitar apoyo a la procuradora de Justicia estatal, Claudia Aponte Maysse, quien comisionó al subprocurador contra la Delincuencia Organizada, Antonio Juárez Chimalpopoca, y a dos agentes de la policía ministerial, para atender personalmente las investigaciones sobre las amenazas contra el empresario.

Indicó que por instrucciones del subprocurador respondió al menos siete llamadas más de los presuntos Zetas para "negociar" un arreglo por el que acordó pagar 20 mil pesos de inmediato, para lo cual simuló ir al banco, hasta que un elemento ministerial consideró que sólo se trataba de una extorsión y asumió el control de la negociación.

 
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