Usted está aquí: viernes 9 de diciembre de 2005 Política López Obrador: "no voy ser un presidente pelele"

Calderón fue regañado por oponerse a la reforma, dice

López Obrador: "no voy ser un presidente pelele"

ENRIQUE MENDEZ Y RENATO DAVALOS

El precandidato de la alianza Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, denunció ayer que "como a Felipe Calderón le reclamaron sus jefes", el PAN volvió a negociar un acuerdo con el PRI para que la Cámara de Diputados apruebe la próxima semana la reforma constitucional que dé a autonomía al Sistema de Administración Tributaria (SAT), el organismo recaudador de impuestos de la Federación.

Afirmó que esa estrategia forma parte de la intención del secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, de perpetuar la política económica que ha llevado al país a la ruina, y se mofó de él: "Sí, cómo no, Su Alteza Serenísima".

Y ante la nueva intentona del PRIAN, exhortó a los diputados y al presidente Vicente Fox a actuar con mesura y que piensen que al sexenio le faltan sólo siete meses. "Ya que le bajen, que no legislen al vapor. Que no repitan la práctica de repartir contratos un día antes de terminar el gobierno. Esta mañana recordé el caso de Oscar Espinosa Villarreal, que días antes de dejar el gobierno de la ciudad dejó firmadas las concesiones para la publicidad en los parabuses", dijo.

López Obrador advirtió que no permitirá que pase esa reforma, y resaltó: "No aceptaré un cochupo, un enjuague, porque no voy a ser un presidente pelele, un adorno o un florero".

En esta gira, además, fue evidente que el discurso de López Obrador, así como los movimientos de su equipo y el de cada uno los reporteros que siguen la precampaña, son grabados con una cámara Sony por un joven moreno, de lentes, que lleva una pulsera en la mano derecha con parte de la letra del cántico a los Pumas "cómo no te voy a querer...", quien sin ningún rubor se acerca a las personas y registra todo.

Este personaje, así como los miles de simpatizantes reunidos en la explanada del Metro San Joaquín, en los límites de la colonia Pensil, escucharon la explicación de López Obrador sobre los alcances de modificar los artículos 25 y 31 de la Constitución:

"¿Y saben para qué quieren la reforma? Para regresar los impuestos a sus allegados, como pasó al inicio del sexenio de Vicente Fox, que se devolvieron más de 12 mil millones de pesos, y de ésos mil 300 millones de pesos a Jugos Del Valle. ¿Y saben quién era el abogado de esa empresa? Diego Fernández de Cevallos."

Ese, dijo, será el primer paso del PRIAN para construir un cuarto poder, de carácter financiero, y luego se aprobará la reforma para dar "autonomía" a la Administración General de Aduanas, para ocultar "el cochinero que hay en aduanas, donde se permite el contrabando.

Relató: "Fui a Guanajuato y el clamor de los zapateros es que había contrabando de calzado proveniente de Asia, de China, y quebraron los pequeños empresarios y los dejaron sin trabajo. Por eso quieren que no podamos echar un ojo a lo que pasa en las aduanas".

A lo largo de su tercera gira de precampaña por la ciudad de México, esta vez por las delegaciones Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Alvaro Obregón y Cuauhtémoc, planteó que además la autonomía del SAT representaría un freno para que se conozcan las irregularidades en el rescate bancario, porque la intención es mantener en ese cargo a Jonathan Davis, quien como tesorero de la Federación firmó los pagarés del Fondo Bancario de Protección al Ahorro, que convirtieron en deuda pública el fraude de los bancos.

"Tiene que salir, no puede ser que ahora esté al frente de la CNBV, y ahora piensan dejarlo para que sirva de tapadera", expresó.

Por la mañana, en Benito Juárez, mientras se refería a la jornada electoral del domingo pasado para elegir candidato a jefe de Gobierno por el PRD, desde el fondo un anciano, que después se identificó como Ezequiel Martínez, le gritaba: "¡No seas hipócrita!"

Los simpatizantes del precandidato buscaron callarlo, pero López Obrador atajó: "Déjenlo, déjenlo. A ver, ven, habla acá. Vente, vente", invitó al señor Martínez, y éste subió al templete para exponer su inconformidad por el bando que autorizó la construcción de edificios en las delegaciones centrales de la ciudad, porque ello implicó -dijo- una disminución en el suministro de agua. Además, expuso, no se consultó a los vecinos.

Una vez que el hombre se desahogó, el ex jefe de Gobierno capitalino dijo que él había firmado el bando para incentivar el regreso de familias que, en los años recientes, se habían trasladado a vivir a las delegaciones del sur, donde no hay infraestructura suficiente.

Y cerró: "Ya escuché al vecino. Lo que demuestra es que sí se pueden enfrentar los problemas sin ningún sobresalto de nada".

Por la tarde, en el parque La Bombilla, sus hijos Andrés y Gonzalo lo acompañaron al mitin, al igual que durante la noche en la explanada de la delegación Cuauhtémoc, desbordada por los miles de simpatizantes que se congregaron ahí. Entre ellos, en primera fila, el actor cómico Manuel El Loco Valdés.

Asimismo, López Obrador acudió a la reunión del Consejo Nacional perredista, donde recibió la constancia que lo acredita como candidato presidencial perredista. Ahí pidió a la militancia ir unidos al proceso de 2006, y reiteró que tiene información que le permite afirmar que el PRIAN aprobará la autonomía del SAT.

López Obrador estuvo apenas unos cuantos minutos en la sesión del consejo, al que concurrieron, por Convergencia, Alejandro Chanona, secretario general, y Cuauhtémoc Valdés, presidente del consejo nacional de ese partido.

Los petistas, que conforman la fuerza tripartita con el PRD que apoyará a López Obrador en 2006, estuvieron representados por el coordinador parlamentario en la Cámara de Diputados, Alejandro González Yáñez; por Oscar González y por Hernán Escobar, integrante de la Comisión Política.

 
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