Productores agrícolas insisten en reducción de subsidios en países ricos
Esfuerzos de último momento no logran avances en pláticas de OMC
Persiste la postura inflexible de Francia, que insiste en negociar todo en bloque
Ginebra, 3 de diciembre. La reunión ministerial de seis importantes miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC), entre ellos Brasil, aportó pocos resultados concretos, pese a que los ministros de Finanzas exigieron "medidas decisivas" de cara a la reunión en Hong Kong, explicó este sábado el canciller brasileño, Celso Amorim. "En lo que respecta a nuevas propuestas, creo que no hubo nada nuevo", declaró a la prensa.
Los responsables de Comercio y Agricultura de Australia, Brasil, Estados Unidos, India, Japón y la Unión Europea (UE) finalizaron sus discusiones este sábado en Londres tras una reunión destinada a preparar la conferencia ministerial de la OMC. En tanto, en Washington, el representante estadunidense de Comercio, Rob Portman, dijo, sin embargo, que la reunión de dos días de los ministros de Finanzas de los siete países más industrializados le dio "un importante estímulo" a la próxima conferencia de la OMC.
Brasil, una de las cinco potencias agrícolas a escala mundial, desempeñó un papel protagónico en la reunión en Londres, el viernes y sábado, de los ministros de Finanzas de los siete países más industrializados (G-7), al presentar una propuesta con miras a avanzar en las negociaciones comerciales, que permanecen en un impasse.
En una conferencia de prensa al término de la reunión, el ministro británico de Finanzas, Gordon Brown, rindió tributo a la propuesta de Brasil, que anunció en Londres su disposición a abrir más su industria y sector de servicios para intentar salvar la reunión de la OMC, que comenzará el 13 de diciembre en Hong Kong.
Pero Brasil dejó claro que esta oferta de una mayor apertura de sus mercados debe ser paralela a avances de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos en la eliminación de sus ayudas a las exportaciones.
"Brasil está dispuesto a dar un paso adelante en las negociaciones de tarifas industriales y de acceso a los servicios", afirmó el ministro brasileño de Hacienda, Antonio Palocci, invitado a la reunión del G-7, formado por Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Italia, Canadá y Gran Bretaña.
Pero Brasil hará estos avances "sólo si la UE y Estados Unidos hacen progresos en materia agrícola", procediendo a la reducción de sus millonarios subsidios a la agricultura, en "fechas claramente establecidas", advirtió el sábado Palocci.
India, invitada también a la reunión del G-7, junto con las otras dos potencias emergentes -Brasil y China-, declaró también su disposición a una mayor apertura comercial.
La declaración final del G-7 reconoció este aporte de los dos gigantes emergentes, así como de China, en los esfuerzos por destrampar las negociaciones de los 147 países miembros de la OMC tendientes a la liberación del comercio mundial.
"Estamos agradecidos a Brasil e India", recalcó en conferencia de prensa el canciller británico, destacando en especial la propuesta brasileña, que consideró "muy importante" para ayudar a desbloquear las negociaciones comerciales y evitar que Hong Kong termine en un nuevo fiasco.
Sin embargo, la reunión del G-7 parece haber terminado una vez más con simples declaraciones de intenciones, ya que todos afirmaron su disposición a avanzar en las negociaciones comerciales, pero sólo si los otros países mejoran sus ofertas.
El secretario del Tesoro estadunidense, John Snow, dijo que su país está dispuesto a hacer avances en las negociaciones si la Unión Europea también los hace.
El impasse en las tratativas se debe sobre todo a los subsidios de los países ricos a sus agricultores, cuyo costo se eleva a unos 280 mil millones de dólares al año, y que los países en desarrollo acusan de perjudicar severamente a sus campesinos y exportadores.
Por su parte, Francia se mostró decidida a continuar con su resistencia a eliminar los subsidios a sus agricultores.
El ministro de Finanzas francés, Thierry Breton, reiteró en Londres la posición de su gobierno de que todo debe ser negociado en bloque y que las tratativas comerciales incluyen también a los servicios, la industria y la propiedad intelectual.
Quizás por eso Brasil está intentando que las negociaciones comerciales sean ahora tratadas directamente por los jefes de Estado de los países más industrializados y de los países emergentes.
Brown reconoció que el primer ministro británico, Tony Blair, "está discutiendo" la propuesta del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, que lanzó el viernes la idea de una reunión conjunta de los países del G-8 y de los emergentes (G-20) para hacer avanzar las negociaciones del ciclo de Doha, antes de la cita de Hong Kong.
Lula pidió a Blair, cuyo país ejerce actualmente la presidencia del Grupo de los Ocho (G-8) formado por los principales países industrializados y Rusia, que reúna a este grupo de países "cualquier día, a cualquier hora", para salvar la reunión de Hong Kong.
El G-7 también recalcó en sus discusiones los riesgos que amenazan el crecimiento económico mundial, principalmente los gigantescos déficit de Estados Unidos, así como los altos precios del petróleo y la falta de flexibilidad de la moneda china, el yuan