El programa de empleo temporal se toparía con serios problemas operativos, dice
El reforzamiento de la frontera, medida draconiana de EU: representante de ONU
El reforzamiento de las fronteras, a partir de la construcción de muros, es una medida de control "draconiana" propia de gobiernos no democráticos, advirtió Hania Zlotnik, directora de la División de Población de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Al comentar los planes del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, para controlar la migración hacia ese país, dijo que actualmente no existen condiciones políticas para una amnistía -similar a la aceptada en 1986-, y que el programa de empleo temporal que pretende aplicar el mandatario estadunidense se toparía con serios problemas operativos y administrativos, más ante las restricciones aprobadas tras el 11 de septiembre de 2001.
Es necesario, dijo, poner a debate el plan Bush con elementos realistas: en Estados Unidos viven millones de indocumentados y también existe una necesidad real de mano de obra, así como experiencias poco exitosas en torno al cumplimiento de los permisos temporales de empleo.
La doctora Zlotnik señaló que, de acuerdo con estimaciones de la ONU, existen cerca de 190 millones de migrantes en el mundo, 23 millones de ellos proceden de la región de América Latina y el Caribe. Asimismo, se calcula que existen entre 7 y 8 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos.
El presidente Bush insiste en que el Congreso apruebe una reforma migratoria integral que incluya más control sobre la frontera sur, deportación expedita de indocumentados y, en especial, un programa de trabajo temporal ("que alivie la presión en la frontera, pero que rechace la amnistía"), el cual incluye permisos de trabajo hasta por seis años y al término de ese lapso los indocumentados deberán regresar a sus países de origen.
Al respecto, Zlotnik dijo a este diario: la pregunta que seguramente el pueblo estadunidense se está haciendo, y será objeto de debate en el Congreso de Estados Unidos, es si de veras van a poder imponer medidas para evitar la migración irregular y, sobre todo, si el proyecto de empleo temporal tiene cuotas por debajo del insumo de migrantes que ha tenido ese país en los años recientes.
"Si el proyecto que se apruebe no resulta ser realista en cuanto a los números, no habrá forma de operar con este programa para satisfacer la demanda real que existe de trabajadores migrantes.
"Entonces, siempre que haya esa brecha, habrá más posibilidades de que continúe la tendencia a cierta migración irregular. Siempre resulta difícil controlarla en un país que adopta medidas draconianas que además son muy costosas, indicó.
"En el mundo ex comunista había un muro, el de Berlín, que controlaba las migraciones. Entonces, se pueden tomar esas medidas draconianas pero, en general, han estado asociadas con gobiernos no liberales", añadió.
Lo cierto, manifestó la representante de la ONU, es que ante millones de personas que viven en Estados Unidos de manera irregular, y millones más que han perdido la esperanza de obtener una visa, "nadie tiene la solución".
Los programas de empleo temporales son muy difíciles de manejar administrativamente, y más cuando existe una demanda real de mano de obra, además de que es muy difícil lograr "la real temporalidad de estancia de la gente".
Basta recordar, agregó, que en el programa de 1986 se admitió a quienes habían entrado a Estados Unidos hasta 1982, por lo que desde entonces quedó un "residuo" de indocumentados. Y ahora, como plantea Bush, no habría posibilidad de regularizar a todas las personas, porque habría un serio problema administrativo. En fin, "es necesario poner en la mesa de debate todos los elementos reales".