Las personas deben asumir, junto con el gobierno, su propia seguridad, plantea
Medina Mora: el narcomenudeo "ha crecido exponencialmente"
Puebla, Pue., 30 de noviembre. Una respuesta única y eficaz al problema de la delincuencia y la inseguridad es la participación y el compromiso de la sociedad con las normas existentes, así como la adopción de una cultura de la legalidad, afirmó Eduardo Medina Mora, titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, tras señalar que el narcomenudeo "ha crecido exponencialmente" en el país.
Al clausurar el Foro Internacional de Prácticas Exitosas de Participación Ciudadana en la Prevención del Delito, el funcionario federal resaltó que "el derecho, por sí mismo, no resuelve la complejidad y el tamaño de nuestros problemas. No sólo en lo que se refiere a la materia penal, sino en los demás ámbitos de la vida pública en los cuales las instituciones jurídicas pretenden normar nuestra vida colectiva".
Medina Mora hizo un recuento de algunas de las conclusiones a las que se llegaron en el encuentro, tales como el hecho de que se "deben privilegiar políticas públicas sobre la integridad personal en las que las personas asuman también, junto con el gobierno, su seguridad".
Durante el acto se destacó la "importancia que reviste supervisar el contenido violento de Internet, videojuegos, televisión y radio. Los padres de familia y el gobierno deben poner más cuidado, dado que 80 por ciento de los contenidos son violentos".
También se aludió a la "necesidad de fomentar mayor participación ciudadana por medio de las organizaciones no gubernamentales para el diseño de políticas públicas, y que los centros de atención a víctimas estén más apoyados por redes basadas en organismos especializados", señaló el titular de la SSP federal.
En ese contexto, dijo que "no es extraño que recientemente se hayan concentrado los esfuerzos gubernamentales, por órdenes del presidente Vicente Fox, en el combate al narcomenudeo, fenómeno que ha crecido exponencialmente en el país y que afecta sobre todo a nuestros jóvenes.
"Este delito se ha convertido en una amenaza, afecta de manera grave la salud e impacta negativamente en el respeto al estado de derecho. Pero, sobre todo, está cambiando las costumbres sociales y familiares de nuestra comunidad y pone un lamentable caldo de cultivo para la comisión de otros delitos asociados".