La exposición forma parte de los festejos por los 400 años de la publicación
Presentan Los otros molinos del Quijote en el antiguo Colegio de San Ildelfonso
El libro es también un discurso para conocer la realidad por la imaginación: curadores
El antiguo Colegio de San Ildefonso se sumó a los festejos por los 400 años de la primera edición de la novela El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, mediante la exposición Los otros molinos del Quijote, ideada para festejar su lectura.
El acto será inaugurado hoy martes a las 20 horas en la sede de San Ildelfonso, en Justo Sierra 16, Centro Histórico.
Una hora antes se llevará a cabo la entrega del Premio Nacional El Yelmo de Mambrino a los mejores trabajos periodísticos y campañas de difusión sobre el 400 aniversario de la publicación de la novela de Cervantes Saavedra.
La muestra nació del proyecto de un grupo de investigadores del Centro de Estudios sobre la Universidad (CESU), de la UNAM, y el reto consistió en convertirlo en una exposición.
Armando Pavón, cocurador de Los otros molinos del Quijote -junto con Clara Ramírez, Mónica Hidalgo y Montserrat González-, afirmó que ésta no es una exposición bibliográfica, erudita, sino una investigación de historia.
Historiador e investigador del CESU, recuerda que Don Quijote fue un éxito editorial en su época. Además, antes de que se publicara los personajes ya eran famosos porque Cervantes había dado a la prensa algunos avances que se editaron en cuadernillos.
Demanda de la literatura
Estas publicaciones rústicas podían encontrarse afuera de las tiendas, como era la costumbre de entonces, pero ¿cuáles fueron las razones sociales y culturales que posibilitaron su éxito?
Pavón explica: "En España había muchos lectores y lectoras porque desde la época de los reyes católicos, Isabel y Fernando, se impulsó la ilustración en los distintos centros educativos.
"Los reyes querían que sus funcionarios fueron personas educadas. Eso hizo que mucha gente de todos los estratos sociales de esa región fueran a la universidad o a las distintas escuelas que se multiplicaron entonces.
"Además, con el decubrimiento de América tuvieron territorios inmensos que necesitaban de muchos funcionarios para poder administrar esto que dejó de ser reino y se convirtió en un imperio. Sin embargo -añade-, uno podía estar bien preparado, pero también jugaba la fortuna en todo esto."
El Estado español, continúa Pavón, alcanzó muy pronto sus límites. Al finalizar el siglo XVI había entrado en crisis económica, que también afectó a esa región. Ya había una sociedad con mucha gente preparada, pero no había salida para tantos profesionales.
"Estas personas tuvieron que construir sus propias salidas. ¿Cómo? Por medio de la literatura. Mucha gente encontró en la escritura un medio de vida."
Para esto cada vez había más ciudades. La vida cortesana también demandó mucho consumo de literatura, y el teatro, la poesía se volvieron muy populares.
Discurso del método
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha es la primera novela de la historia y la más importante de la lengua castellana, indica Pavón.
Sin embargo, pocos saben que "es también un discurso del método. Es una explicación de cómo conocer la realidad, al igual que hizo Descartes más tarde en su Discurso del método", apunta el curador e investigador.
La tesis curatorial de la exposición, no obstante, es que el Quijote de la Mancha trata de "la respuesta española a la crisis de la escolástica que sacudió a la Europa del siglo XVI.
"A diferencia del individualismo, la introspección y la observación, Cervantes propuso un método para conocer la realidad basado en la ficción y el diálogo, en el respeto a la diferencia.
"El ejemplo claro es que la gente percibe una realidad diferente a la que nosotros observamos, y además de entendernos tenemos la capacidad para ser amigos. Esa es la propuesta de Miguel de Cervantes en el Quijote."