Un cuerpo en agonía
Cuautitlan Izcalli, Mex. 28 de noviembre. A simple vista el Lago de Guadalupe parece sano, incluso la presencia de maleza como el lirio acuático no se observa en la mayor parte de las más de 400 hectáreas del espejo de agua. El daño está en su cuerpo, donde el pasado mes de mayo fue detectada una nueva población de microalgas que al morir despedían olores nauseabundos.
Identificada como "micrositis" y estudiada por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se teme que la presencia de microalgas sea generadora de toxinas peligrosas. Trabajadores municipales que efectuaron el retiro de por lo menos 260 mil metros cúbicos de este organismo dijeron haber sufrido irritación y salpullido en la piel.
La belleza del paisaje cada fin de semana atrae a por lo menos 500 visitantes. Estimaciones de especialistas indican que en el lagunar cohabitan 156 especies de aves.
El año pasado llegaron a hibernar por vez primera pelícanos blancos provenientes de lagos de Estados Unidos.
Algunos habitantes refieren que a finales del año pasado el ex gobernador Arturo Montiel Rojas elevó a estatus de santuario del agua el Lago de Guadalupe, pero la nueva categoría de nada sirvió para frenar el avance del daño ecológico de la zona.
La descarga de aguas negras es el problema central. A ello se suman desfogues de drenajes domiciliarios de 800 casas construidas en los alrededores del lago y el depósito de elevadas concentraciones de basura en la zona.
Vecinos de fraccionamientos como Lago de Guadalupe, que en la década de los 70 y 80 compraron casas en las colindancias del lago, ahora exigen soluciones a los ayuntamientos, a la Comisión Nacional del Agua y al gobierno estatal. Sin embargo, hay quienes han optado por vender sus residencias.
"No hay de otra; mientras no se detengan las descargas de aguas negras el deterioro continuará, pero una cosa es segura: si no se hace nada por rescatarlo vamos a perder el lago", advirtió María Guadalupe Oliva, investigadora de la UNAM.
Silvia Chávez, corresponsal