DESDE EL OTRO LADO
A sangre fría
A MEDIADOS DE los sesentas se cometió un crimen que horrorizó a la sociedad de Estados Unidos. Un individuo asesinó a sangre fría a toda una familia en una granja de Kansas. El trágico evento sirvió a Truman Capote para escribir una de las novelas realistas más estrujantes del género en la literatura estadunidense. Recientemente se estrenó una película basada en los avatares por los que el autor pasó para escribirla. Uno de sus momentos más dramáticos es la escena de la ejecución del asesino. La pesadumbre de quienes presencian la ejecución, incluido Capote, describe la desazón causada por la ejecución de un ser humano en aras de una justicia que tiene que ver más con venganza.
LA APLICACION DE la pena capital es más controvertible aún cuando hay dudas sobre la culpabilidad del condenado, como la revelación que se hizo en las páginas del diario Houston Chronicle la semana pasada. En 1993 Rubén Cantú, ciudadano de origen mexicano, fue ejecutado por un asesinato que se ha descubierto no cometió. De acuerdo con las investigaciones de un reportero de ese diario, el único testigo del asesinato le confesó que fue inducido por la policía para culpar a Cantú. El hecho es motivo de investigación, cuyo último resultado pudiera ser declarar "inocente post mortem" a una persona que se envió al cadalso injustamente.
EN CALIFORNIA, STANLEY Tookie Williams, fundador de una de las pandillas más temibles en ese estado, fue condenado a muerte en 1979 por un asesinato que niega haber cometido. Durante los años de confinamiento ha ejercido importante influencia para detener la violencia entre pandillas. Por esa labor Williams incluso ha sido postulado en más de una ocasión para obtener el premio Nobel de la Paz. Su trabajo ha sido de tal magnitud que artistas como Susan Sarandon y Russell Crowe y personajes como Jesse Jackson y el Nobel Desmond Tutu han realizado una campaña para que el gobernador Schwarzenegger suspenda su inminente ejecución.
EN NOVIEMBRE DE 1998, la revista Newsweek publicó los resultados de un estudio de la Universidad Northwestern de Michigan que da cuenta de los márgenes de error en los juicios en los que se ha condenado a inocentes debido a la incompetencia de la defensa. Los acusados, la mayoría afroestadunidenses, carecían de recursos para pagar un buen abogado.
MEXICO HA SIDO líder en la lucha por que la pena de muerte sea abolida, argumentado que ese castigo no resuelve el problema de la violencia, amén de los errores que frecuentemente se cometen en los procesos judiciales. La revelación última sobre la probable equivocación cometida por los tribunales texanos es una prueba incontrovertible de ello y de la aberración que en pleno siglo XXI significa su aplicación. Tal vez lo más terrible de todo es que el Estado, en un acto más degradante que el asesinato mismo, avale la ejecución de un ser humano a sangre fría.