ANDANZAS
Monsieur James Thiérrée, nieto de Chaplin
Traducción del mundo
Creatividad y vanguardia escénica
LA VISPERA DE LOS ABISMOS de James Thiérrée y un pequeño grupo de espléndidos artistas continúa en el Teatro Pedregal, allá en la calle de Río Magdalena 270, colonia Tizapán, hasta el día 4 de diciembre, bajo los auspicios de la Fundación Cultural Integrus, misma que lo presentó en México por primera vez hace un año con el mismo éxito y a teatro súper lleno.
Y NO EN VANO ES APLAUDIDO y reconocido en el mundo monsieur Thiérrée con su magnífica troupe. Su creatividad, talento y versatilidad es infinita. Sin duda se encuentra a la vanguardia de este gran movimiento que recorre el mundo tratando de innovar el lenguaje escénico, ya sea utilizando todo tipo de disciplinas para expresarse y mostrarnos su traducción del mundo que los rodea o simplemente proponiendo nuevos parámetros conceptuales, técnicos y expresivos.
LO QUE HA HECHO JAMES T. va más allá de la impoluta perfección del Cirque du Soleil o los gags tradicionales de los clowns o payasos del circo tradicional.
CON SU ABSOLUTO SABOR AÑEJO y cercano a todos nosotros recrea de manera dinámica y espectacular los prototipos de la conducta humana, tan grotesca e irracional a veces, cómo son las cosas al revés en base a un absurdo desconyuntamiento de movimientos y el discurso vacío y sin sentido del habla: pirryactabum cosh smin urr bla bla birrrr uhum plash etc. etc:
LA PEQUEÑEZ E INDEFENSION de los seres humanos tratando de sobrevivir contra viento y marea, literalmente, en el absurdo océano de la incomprensión y la incomunicación creada por medio de un código de comunicación completamente distorsionado y chiflado que sólo estos personajes pueden comprender.
PARECIERA QUE ESTAMOS viendo una tira cómica en la que los personajes reptan o se encaraman a una reja de esas de los poderosos para poder "entrar". El nudo complicadísimo en el desorden de hojas del periódico casi con vida propia, que prácticamente no se dejan leer o la genial batalla para lograr sentarse.
ASI, CUERPOS Y ACCIONES neuromusculares incontrolables tratan de vivir, habitar un mundo que, ya de sobra sabemos, es una olla de grillos y dementes.
EL HOMBRE QUE SE PELEA con su propia mano, que se esfuerza por llevarlo en sentido contrario, la mujer-insecto, mutaciones de cuerpos y objetos, sombrero-hombre equino y toda esa serie de viñetas a lo Jeronimus Bosch y sus pinturas fantasmagóricas, sólo que sueltas por todos lados, volando por los aires en giros y saltos espectaculares o rodando peligrosamente encajados en esas armazones que, como carrete de hilo gigantescas, giran velozmente. O como el foteuil o chaiselong, que devora a las personas, vomitando después cuatro piernas o dos cabezas y embrollo y medio, que tiene constantemente fascinado a un público hilarante y que hace las delicias de grandes y chicos con la calidad del verdadero arte.
Y ES ESTE SALTO ENTRE danza, expresión corporal, acrobacia, canto y música, convertidos en una unidad dramática descoyuntada y absurda a propósito, lo que caracteriza la línea de este irremediable nieto de Charles Chaplin -cuyo genio y cada vez mayor parecido físico, actitudes, posiciones, movimientos, dinámica, su pelo rizado echado sobre una ceja y tierna y gigantesca sencillez- es capaz, con sello y personalidad propias, de crear, recrear y distorsionar el mundo en que vivimos con un profundo y certero sentido del humor. Cada uno de los cuatro personajes que comprenden esta bella compañía, como la pequeña 525, serenata de Mozart, es perfecta, jojeusse e inolvidable, porque nos deja un buen tiempo, un tiempo amable que necesitamos como nunca.
ASI, UMA YSAMAT, extraordinaria cantante, pianista, cómica y hasta acróbata, deliciosa en fusión con su piano, donde no se sabe quién devora a quién, porque a veces los objetos, nuestro instrumentos o cosas, son entes vivientes y parte de nosotros mismos; Raphaelle Boitel, una gema escénica; Niklas Ek; el arcón de los tesoros, y Thiago Martins, la explosión vital con alma y sentimiento hecho hombre y, por supuesto, James Thiérrée, creador de la estupenda sinfonía The Junebug, con sabor a nuevo y a todo, en genial alquimia, clownismo-música y canto, brillan con distinto y renovado esplendor bajo la mano de un maestro de enorme sensibilidad, inteligencia y tino, como M. James Thiérrée, en algo diferente que, si no lo vio antes, ahora no debe perderse.
Funciones a las 21 horas hasta el 4 de diciembre. Teatro Pedregal. Más información al teléfono 5688-0078.