Se olvidaron las responsabilidades contraídas con la familia, asegura la fundación
Definitivo, se retira el nombre de Juan Rulfo al premio de la FIL
Autoridades del CNCA, la UdeG y la feria del libro buscarán dialogar con la viuda del autor
Guadalajara, Jal., 27 denoviembre. La decisión de la familia del escritor Juan Rulfo de retirar su nombre del premio que año con año, desde hace tres lustros, entrega la Feria Internacional de Guadalajara, es definitiva, adelantó a La Jornada el presidente de la Fundación Juan Rulfo, Víctor Jiménez.
El sábado, día en que se inauguró la FIL con la ceremonia de entrega del Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, las autoridades de la Universidad de Guadalajara, de la feria de libro y del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes anunciaron su intención de dialogar con la viuda del autor de El llano en llamas para hallar una solución.
En un comunicado de cinco puntos, la Fundación Juan Rulfo reiteró que la resolución se debe al "mal uso" del nombre del escritor en este reconocimiento. Señaló que "el premio vinculado a la Feria del Libro de Guadalajara pudo haber nacido con los mejores propósitos, pero no tardaron en olvidarse las responsabilidades que se asumían ante la familia del escritor jalisciense. A lo largo de muchos años esta situación no dio señales de mejorar, considerándose a los herederos de Juan Rulfo simplemente como una especie de testigos remotos que deberían acatar todo lo que se decidiese bajo el amparo del nombre del escritor; algo más grave llegó a ocurrir en las ediciones más recientes del premio: otorgarlo en función de intereses geopolíticos, por ejemplo, o concederlo a quienes ya tenían uno equivalente".
En el documento se explica que en todo el mundo existen premios con el nombre de Juan Rulfo, pero ello "implica una responsabilidad como contrapartida. Y si los personajes que llevaron el esos nombres prestigiosos han dejado herederos es indudable que éstos tienen el derecho de vigilar que se cumpla esa responsabilidad, y que el empleo del nombre de su ilustre familiar no vaya en su demérito".
Pero, añade el documento, aunque la entrega del Premio Juan Rulfo por cuestiones "geopolíticas" o a quienes "ya tenían uno equivalente" significó "un agravamiento de la situación, no sería algo excepcional lo ocurrido en 2005: quien fue designado como ganador, el señor Tomás Segovia, se apresuró a repetir lo que en cierto grupúsculo circula con naturalidad (y que le habrán aplaudido): que no se sabe cómo pudo escribir Juan Rulfo una obra tan notable, ya que no era un hombre preparado, etcétera. No hay que beneficiar a los que ofenden a la verdad de esta manera refutándolos; sólo citamos lo que acostumbran decir (Javier Marías piensa que la envidia es una forma oblicua de admiración, y en este sentido es totalmente cierto que Rulfo es un autor muy admirado en ciertos grupúsculos poderosos en México, bajo la forma del agravio)".
Reconoce la dignidad académica y profesional de premios que recientemente fueron bautizados con el nombre del escritor de Pedro Páramo en instituciones como la Universidad Iberoamericana y de la Universidad de Aguascalientes.
Por lo anteriormente expuesto, finaliza el comunicado, "se puede comprender sin ambigüedad que hay maneras distintas de emplear el nombre de Rulfo para un premio literario. La actitud de la familia de Juan Rulfo es consecuente con esta realidad. No se puede autorizar el empleo del nombre de Rulfo para un premio literario cuando se convierte en mero botín de un grupúsculo que sólo atiende a sus propios intereses, al grado de, si sus cálculos se lo imponen, ofender el nombre de Juan Rulfo por así convenir a sus propósitos.
"En el caso del premio que hasta el día 25 de noviembre de 2005 se otorgaba en Guadalajara, se llegó demasiado lejos en este mal uso."