APRENDER A MORIR
Respaldo y ejemplo
PREGUNTAN ALGUNOS SOBRE "mi obsesión" de que el testamento vital o documento de voluntades anticipadas sea respaldado por la legislación mexicana, "cuando ya el PRD está proponiendo abiertamente la legalización de la eutanasia en la Asamblea del DF".
LA PRECIPITADA INICIATIVA que el grupo parlamentario perredista presentó a principios de octubre pasa por alto varios aspectos en torno al derecho de todo ciudadano a tener una muerte digna o, si se prefiere, a prudente distancia de la voluntad de familiares, médicos, laboratorios, hospitales, confesores y otras empresas.
LA IRONIA DE la frase "levante la mano y tenga su eutanasia" que utilicé en la columna anterior obedece a que la iniciativa, aunque haya recibido "el respaldo de un sector de la comunidad académica, artística e intelectual del país", reduce una decisión libre, individual y oportuna a junta de burócratas que dictaminarán si la petición de tener una muerte digna procede.
INGENUAMENTE LA PROPUESTA perredista define la Solicitud de terminación voluntaria de la vida como el "documento mediante el cual una persona enferma en estado terminal solicita de forma libre y voluntaria se le otorguen los medios necesarios para la interrupción de su vida".
EL TESTAMENTO VITAL, en cambio, ha de firmarse y distribuirse mucho antes de que se sea un enfermo terminal, ya que en muchos casos éste no puede solicitar "de forma libre y voluntaria" ni siquiera un vaso de agua, no digamos la terminación de su vida. El testamento vital entonces habla por nosotros cuando eventualmente ya no podamos hacerlo y rechaza todo método que pretenda prolongar artificialmente nuestra existencia. De ahí mi "obsesión".
POR NO HABER firmado un testamento vital oportunamente -su ideología y la época lo prohibían- el dictador Francisco Franco fue sometido, no del todo inconsciente, a un encarnizamiento terapéutico casi a la altura de sus merecimientos.
SE INFORMABA EN 1975: "Los doctores que tratan al general Franco emplean todos los recursos para mantenerlo vivo. Al menos cuatro artefactos mecánicos han sido utilizados en la batalla por su supervivencia. Un desfibrilador sobre su pecho está siendo accionado cada vez que los latidos de su corazón decaen. Una bomba de asistencia circulatoria empuja su sangre cuando su circulación falla.
''EN ESTOS 25 días de crisis Franco ha estado conectado con varios tubos, uno a la máquina de oxigenación, otro por la nariz para la alimentación, otro tubo sale del pecho para drenar líquidos del tórax, también de su abdomen para aliviar la presión de su estómago y otro más en su muslo izquierdo para tratar los coágulos. Hasta ahora ha recibido 15 litros de sangre. Sus pulmones permanecen congestionados, sus riñones fallan y su hígado se encuentra débil. Sus intestinos son atacados por parálisis periódicas y ocasionalmente sufre sangrados rectales. Se han formado coágulos en el muslo izquierdo y se le acumula gran cantidad de moco en su boca"... Por ello la necesidad de legalizar, primero, el testamento vital.