Aún buscan a juarenses desparecidas en 1974
Ciudad Juárez, Chih., 26 de noviembre. Autoridades de justicia publicaron un cartel con las fotografías de 29 mujeres que han desaparecido en esta ciudad fronteriza desde 1974. A la búsqueda se han unido organizaciones no gubernamentales (ONG) y familiares de al menos tres de ellas.
Con el lema ''No permitir que se borre la memoria'', parientes y activistas distribuyen volantes en los principales cruceros de la ciudad, donde piden ayuda a la comunidad para ubicar a sus familiares.
Una de las desaparecidas es Edith Aranda Longoria, maestra de primaria de 22 años, quien salió de su casa el 3 de mayo pasado y fue vista por última vez en un comercio del centro de la ciudad.
Ella es integrante de la sección 42 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que ha realizado movilizaciones para que se haga cargo de su localización la Fiscalía Mixta que Investiga Homicidios y Desapariciones de Mujeres en esta ciudad.
Otro caso es el de Elba Sandoval, ama de casa que salió de la capital del estado a Ciudad Juárez hace 31 años, sus familiares creen que podría estar en Estados Unidos. Se identificaba también como María Dolores Pulido y actualmente debe tener unos 61 años.
El tercer caso es el de Leticia Galarza Campos, quien fue desaparecida presuntamente por la Brigada Blanca el 5 de enero de 1978, que la ubicaba como militante de la Liga Comunista 23 de Septiembre. Las ONG exigen que sea presentada con vida.
Su hermana Judith, secretaria ejecutiva de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos y Desaparecidos, con sede en Venezuela, dijo que sus papás y un hermano fueron detenidos varias veces y amenazados y maltratados por los agentes que integraban aquella ilegal organización parapoliciaca.
Esta y 12 activistas más que fueron integrantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre siguen desaparecidos, entre ellas Olga Navarro Fierro, a la que sacaron de su casa en 1979, a quien su familia la buscó muchos años hasta que la edad venció a la mamá, mientras que sus familiares emigraron de la ciudad.
Rubén Vllalpando, corresponsal