Sólo los derechistas Manuel Zelaya y Porfirio Lobo tienen posibilidades: encuestas
Más de 4 millones de hondureños eligen hoy presidente, diputados y alcaldes
No hubo planteamientos serios para combatir los grandes problemas del país
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Pese a la prohibici�ara hacer proselitismo, simpatizantes del candidato Porfirio Lobo llevaron a cabo acciones de apoyo en la ciudad de Tegucigalpa FOTO Ap
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Tegucigalpa, 26 de noviembre. Cerca de 4 millones de hondureños elegirán este domingo nuevo presidente de la República, en unos comicios en los que participan cinco candidatos y de los que sólo tienen posibilidades reales Manuel Zelaya y Porfirio Lobo, de los tradicionales partidos de derecha Liberal (PL) y Nacional (PN), según encuestas.
En la víspera de las elecciones generales, en las que también se elegirá vicepresidente, 128 diputados titulares e igual número de suplentes en el Congreso, así como alcaldes de 298 municipios, se han desplegado un total de 13 mil 32 mesas en todo el país, que serán abiertas a las 6 de la mañana y cerrarán a las 5 de la tarde.
El proceso de votación y conteo de sufragios estará bajo supervisión de 107 observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) y 5 mil del Movimiento Cívico para la Democracia de Honduras. No obstante, la misión de la OEA llamó a los medios de información a abstenerse de anticipar resultados y proclamar ganadores, con el propósito de evitar que suplan la labor del órgano electoral.
Los partidos Nacional y Liberal se disputan el favor de las mayorías hondureñas desde finales del siglo XIX, por lo que los tres partidos minoritarios que emergieron hace dos décadas, Innovación y Unidad (socialdemócrata), Unificación Democrática (izquierda) y Democracia Cristiana (centro), parecen condenados a cosechar una insignificante cantidad de sufragios.
El PN, de Lobo Sosa, de 57 años de edad, y el opositor PL, con Zelaya Rosales, de 53, mostraron muchas coincidencias en sus programas de gobierno, que pretenden dar continuidad al modelo neoliberal, vigente en una de las naciones más pobres de América Latina y el Caribe desde hace 15 años.
Ni Lobo ni Zelaya hicieron planteamientos de fondo sobre cómo combatir los flagelos de la pobreza, que abate a 70 por ciento de los 7 millones de habitantes; el desempleo, 30 por ciento; cómo mejorar los deteriorados sistemas de salud y educación, y cómo combatir la corrupción que corroe al país.
Sus campañas estuvieron centradas en el fenómeno de las pandillas juveniles, conocidas como maras, que con unos 100 mil miembros en el país centroamericano siembran violencia en barriadas marginales por el control de territorios.
Más aún: el favorito Porfirio Lobo defendió su plan de restablecer la pena de muerte para contrarrestar a las pandillas juveniles, por lo que esos grupos amenazaron con lanzar una "guerra" contra las autoridades si dicha medida se pone en práctica.
Eso ha provocado críticas en círculos intelectuales, como el Foro Social de Deuda Externa y Desarrollo de Honduras, al advertir que aunque las maras son un problema, "son consecuencia acumulada y no causa de la crisis nacional".
El Comité de Familiares de Desaparecidos de Honduras expresó su temor de que la represión y la impunidad crezcan en el próximo gobierno, que habrá de suceder al de Ricardo Maduro, con el pretexto del combate a las pandillas.
Para los comicios se puso en vigor la ley seca desde el sábado, que prohíbe la venta de licores y el consumo en lugares públicos, en tanto 17 mil policías y soldados estarán encargados de velar por el orden y custodiar los materiales electorales al concluir el proceso.
El Tribunal Supremo Electoral indicó que espera dar a conocer los primeros resultados de la contienda presidencial hacia las 9 de la noche, en estos que serán los séptimos comicios desde que Honduras retornó a la democracia electoral en 1981, tras dos décadas de gobiernos militares.