Rebeldes sunitas, por participar en el proceso iraquí
Bagdad, 26 de noviembre. Los rebeldes, sunitas en su mayoría, expresaron hoy su deseo de dialogar con la presidencia y participar en el proceso político de Irak, en vísperas de la reanudación del juicio contra el ex dictador Saddam Hussein y a 20 días de celebrar elecciones legislativas.
Wafik Samarrai, consejero de seguridad nacional iraquí, señaló: "Hemos recibido llamadas de personas que dicen pertenecer a grupos armados en el oeste del país y al norte de Bagdad", de la provincia sunita de Anbar, al oeste de la capital.
"Dicen estar dispuestos a participar en el proceso político", y precisó que son iraquíes, no extranjeros, ya que "algunos son islámicos y otros baazistas", con esto hizo alusión al partido Baaz, movimiento político en que se apoyaba la dictadura del depuesto presidente Saddam Hussein.
Samarrai afirmó que la presidencia está dispuesta a escuchar a los rebeldes, siempre que "los que luchan por restablecer el viejo régimen de Hussein abandonen su lucha, que es inaceptable".
Sin embargo, subrayó que el presidente Jalal Talabani no quiere dialogar con los hombres de Zarqawi, extremista jordano que lidera la célula de Al Qaeda en Irak.
Mientras, la fuerza de ocupación anunció la muerte de Bilal Mahmoud Auad Cheba, alias Abu Ubaida, "secretario de confianza" de Zarqawi, con quien presuntamente se reunía cada semana.
Un comunicado militar estadunidense, confirmó hoy la muerte de Bilal Mahmoud, ocurrida el 14 de octubre en ataques a Ramadi, 110 kilómetros al oeste de Bagdad.
En tanto, al menos ocho personas fallecieron y 16 quedaron heridas hoy a causa de ataques en la ciudad norteña de Balad, con tres soldados iraquíes muertos. En Sumarra, al norte de Bagdad, perecieron tres civiles y otros 10 quedaron heridos; al oeste de la capital murieron dos soldados estadunidenses y hubo seis heridos.
En Crawford, Estados Unidos, el presidente George W. Bush agradeció el sacrificio de las familias de los más de 2 mil soldados muertos en Irak, mientras los pacifistas preparan una manifestación cerca del rancho del presidente en Texas.