La dependencia sostiene que todos los cárteles del país están mermados
Narcos colombianos controlan el tráfico de drogas en México, asegura la SIEDO
Los criminales locales sólo dominan las rutas de trasiego de cocaína, mariguana y sustancias sintéticas
Documenta la institución la restructura de las mafias
En los pasados meses, las estructuras del narcotráfico en México se han modificado de tal manera que los capos más viejos ahora están concentrados en una sola organización, la de Joaquín El Chapo Guzmán Loera; en tanto que en el cártel del Golfo, la incomunicación en que se ha puesto a Osiel Cárdenas Guillén dentro de la prisión de máxima seguridad de La Palma ha permitido que el líder de su grupo de sicarios, Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, esté a punto de quedarse con esa organización.
Por lo que hace al cártel de Juárez, sólo queda un diezmado líder que es Vicente Carrillo Fuentes, según análisis de la Subprocuraduría de Investigación Especializada contra la Delincuencia Organizada (SIEDO).
A pesar de que en México las organizaciones mexicanas poseen rutas de trasiego de cocaína, mariguana y drogas sintéticas hacia Estados Unidos, los que realmente controlan el negocio de los enervantes son los traficantes colombianos, señaló José Luis Santiago Vasconcelos, titular de la SIEDO.
El funcionario federal precisó en entrevista con La Jornada, que la política antidrogas de México tiene ahora un planteamiento integral, pues no sólo se busca detener a los líderes de las organizaciones mediante trabajos de inteligencia e infiltración, sino también por medio de la destrucción de sus estructuras financieras y operativas.
La SIEDO, dijo, que incrementará en los próximos meses su capacidad de combate a los grupos de delincuencia organizada en materia de secuestro, delitos contra la salud, lavado de dinero, tráfico de armas y de personas, entre otros ilícitos, ha fortalecido sus estrategias y acciones a partir de la realización de las llamadas operaciones "reflejo" o "espejo", las cuales son compartidas en tiempo real con autoridades estadunidenses o mexicanas, según sea el territorio en el que se realicen, a fin de que la contraparte cuente con los detalles de capturas, documentos u objetos encontrados, y tenga la capacidad de actuar de manera inmediata en su nación.
Este tipo de operaciones ha permitido a las autoridades mexicanas contar con información para documentar acusaciones contra integrantes de organizaciones criminales que operan en ambas naciones.
De tal manera que tanto las autoridades de Estados Unidos como las de México han recopilado información respecto de que los cárteles mexicanos se han restructurado y quiénes son ahora las principales cabezas.
En el caso del cártel del Golfo, Santiago Vasconcelos señaló que Osiel Cárdenas, preso en el penal de máxima seguridad de La Palma, ha perdido el control de su organización, ya que ahora no cuenta con posibilidad de dirigirlo desde esa prisión, lo que ha provocado que su grupo viva una lucha interna en la cual Heriberto Lazcano, El Lazca, esté tomando el control de la misma, a pesar de la oposición que Ezequiel, Agustín y Rafael Cárdenas han impulsado en conjunto con Jorge Eduardo Costilla Sánchez, El Coss, y Gregorio Sauceda, El Caramuela.
La operatividad de este grupo se han mantenido gracias a su sociedad con el cártel de los hermanos Arellano Félix, sin embargo, Santiago Vasconcelos estimó que El Lazca se ha asociado con José Briseño López, El Cholo, un lugarteniente de los hermanos Benjamín y Ramón Arellano Félix.
Por lo que hace al también llamado cártel de Tijuana (hermanos Arellano Félix), el titular de la SIEDO señaló que Javier Arellano Félix, El Tigrillo, no ha logrado asumir el liderazgo de la organización que hasta hace tres años poseía su hermano Benjamín.
En tanto, el cártel de Juárez, que en 1997 se consideraba la organización más fuerte del narcotráfico en México junto con los Arellano Félix, según la SIEDO ha perdido operatividad debido a la muerte de Rodolfo Carrillo y al cambio de bando de varios de sus más representativos líderes, como son los de Ismael El Mayo Zambada, Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, Ignacio Nacho Coronel, y la "desaparición" de otros, como Eduardo El Flaco González Quirarte.
Todos los antes mencionados abandonaron a Vicente Carrillo Fuentes y a Vicente Carrillo Leyva (hijo de Amado Carrillo), para trabajar al lado de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, líder del cártel de Sinaloa, y quien ahora controla las rutas que antes sólo eran ocupadas por el cártel de Juárez.