"Grave hubiera sido que se estuviera paseando por aquí y nadie lo detuviera"
Exageradas, las críticas por haber dejado que se colara Fujimori, se defiende el INM
Los agentes, presas fáciles de la corrupción por los bajos sueldos, admite el comisionado
La noche del pasado 5 de noviembre, el avión que transportaba al ex presidente peruano Alberto Fujimori (en la ruta Tokio-Santiago de Chile) hizo escala en el aeropuerto de Tijuana, Baja California. El agente migratorio en turno "no supo ni quién era (ese pasajero) y cuando informó del hecho a sus superiores, el ex mandatario ya llevaba dos horas de vuelo" rumbo al Cono Sur.
Así lo reconoce el comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Lauro López Sánchez, pero al mismo tiempo rechaza las críticas sobre la vulnerabilidad de nuestras fronteras, puesta en evidencia tras conocerse el fugaz paso de Fujimori, una de las 80 mil personas boletinadas por Interpol para su detección o arraigo a su eventual paso por México.
Ante ello, la Secretaría de Gobernación ordenó un "reforzamiento en los procedimientos" del Sistema Integral de Operación Migratoria para detectar, ahora sí oportunamente, a alguna de las personas catalogadas con "ficha roja".
Ese sistema empezó a operar en 2004, y el problema para el INM fue que la alerta sobre Fujimori les llegó antes, en 2003, y "estaba cargada en otro sistema (informático)".
A pesar de ello, el funcionario responde que el alud de críticas por ese hecho constituye "una exageración". Y es que, expresa, "grave hubiera sido que (el ex presidente del Perú, requerido por la justicia de su país y actualmente detenido en Chile) se estuviera paseando por aquí y nadie lo detuviera".
En entrevista con La Jornada, el comisionado del INM -dependiente de la Secretaría de Gobernación- explica las razones por las que, a su juicio, tenemos fronteras "porosas" por donde a diario se cuelan miles de indocumentados, lo mismo desempleados, campesinos e indígenas en busca de un mejor nivel de vida, que peligrosos delincuentes organizados en bandas (el caso más conocido es el de los maras) o tratantes de blancas.
"Existen dificultades geográficas para la cabal custodia de las fronteras mexicanas", pero sobre todo "un presupuesto ridículo asignado al INM (mil 500 millones de pesos para este año) y apenas cuatro mil agentes mal pagados (con sueldos de 7 mil 500 pesos al mes)", que los hace presas fáciles de la corrupción, admitió.
Ante esa realidad, pudo pasar sin problema alguno el ex presidente peruano, quien no fue ni el primero -y seguramente no será el último- en aprovechar esa "porosidad" de las fronteras mexicanas.
Burlando alguno de los 10 endebles puntos fronterizos sureños, ya se han colado otros personajes. Se presume que el narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán Loera, que se fugó del penal de máxima seguridad de Puente Grande, en Jalisco, ha utilizado la frontera sur para escabullirse de las autoridades.
"Yo no dudo que haya pasado para Guatemala o de Guatemala a México. De que puede ser, puede ser", dijo López Sánchez.
Así, tras el caso Fujimori, muestra de la descoordinación en las corporaciones federales, el INM reconoció que hubo "negligencia" y, por el hecho, fueron cesados dos agentes migratorios y cuatro suboficiales de la Policía Federal Preventiva. Pese a ello, las deficiencias en el área continúan.
Según los argumentos del funcionario, el INM hace esfuerzos con un presupuesto de mil 500 millones de pesos anuales, de los que cerca de la mitad se gastan en su totalidad en la nómina del instituto.
-¿Son seguras nuestras fronteras? -se le pregunta.
-Son seguras en el sentido de que realizamos una gran cantidad de trámites migratorios. Yo diría todo eso, en positico. Que siguen pasando indocumentados, sí. Pues sí, así es. Pero no sé cuántos miles de millones de dólares le ha metido en seguridad (el gobierno estadunidense) y tampoco ha podido detener ese flujo migratorio.