El campeón mundial juvenil analiza ofertas de Suiza, Inglaterra y Austria

El barrio me formó; soy humilde y no se me puede subir: Villaluz

No fue complicado sobresalir en la colonia Guerrero, dijo el volante del Cruz Azul

Los futbolistas llaneros nunca deben darse por vencidos, expresó

Sueña con debutar en primera

CARLOS HERNANDEZ

Del futbol de barrio de la colonia Guerrero al balompié de Europa podría titularse el guión que César Villaluz está a punto de escribir.

Villaluz, uno de los mejores elementos del equipo mexicano que ganó el Mundial Sub-17 de Perú, está cerca de cumplir dos de sus grandes metas: debutar (quizá este sábado) en la primera división con el Cruz Azul, y en unos meses enrolarse en el futbol europeo, ya que analiza ofertas de Suiza, Inglaterra y Austria.

Formado en las calles y los baldíos de la referida colonia, -"en la que se jugaban clásicos de barrio contra barrio y que terminaban en trancazos y amenazas"-, el pequeño jugador representa lo que podría llamarse "el sueño del futbolista llanero".

El balompié "siempre me gustó", dice al explicar el éxito que ha tenido y rechaza que el camino haya sido difícil.

"Creo que todo ha sido constancia, descansar temprano, sacrificar algunas cosas y no tomar ni fumar. También el apoyo de mi familia ha sido importante", indicó.

-¿Fue complicado superar tu medio ambiente?

-No, para nada. Desde que estaba chico la gente se empezó a dar cuenta que el futbol era para mí lo más importante y decía 'no lo inviten a tomar ni fumar porque él es deportista'. Ahora me doy cuenta de que fue bueno todo eso.

-Y en este momento que tienes un gran futuro, ¿cómo no despegar los pies del suelo?

-También se lo debo al barrio. Vives en forma humilde y la gente que te rodea también lo es. A mí no se me puede subir nada, porque lo que me dio el éxito que ahora tengo es la humildad.

Desde su regreso con el Tri juvenil, César empezó a entrenar con el primer equipo cementero y, ante lesiones de algunos titulares, tiene la posibilidad de jugar la última fecha del torneo.

No se ha sentido menos que sus compañeros en lo físico, sólo en cuanto "a las mañas, la experiencia que tienen y que se refleja en algunas jugadas, lo que yo puedo conseguir en los partidos".

Aún no recibe un sueldo y se mantiene con una beca mensual de 3 mil pesos en espera de tiempos mejores.

-¿Qué piensas al ver los lujosos autos que manejan tus compañeros?

-Pienso que es una de las cosas que me puede dar el futbol -responde de inmediato el adolescente de 17 años.

-¿Qué te motiva: la primera división, el dinero...?

-Sueño con debutar en Cruz Azul y en un futuro irme a Europa. Lo económico no me preocupa: va a llegar solito.

-¿Qué consejo le darías a los futbolistas llaneros que sueñan con la primera división?

-Que nunca se den por vencidos, que algún día los verá un visor y ahí les podría cambiar la vida. En el futbol llanero hay muy buen material y si son disciplinados tarde o temprano tendrán su oportunidad.

Todavía hijo de familia, César es apoyado por su padre, quien lo lleva de su vecindad de la calle de Zarco al estadio Azul o a La Noria, y aunque por ahora sueña con debutar en Cruz Azul, su esperanza es emular a Carlos Vela y viajar a Europa en busca del sueño llanero.