El Tec de Monterrey tomó decisiones sin pedirles opinión, aducen
Renuncian distinguidos integrantes del consejo de la Cátedra Alfonso Reyes
Friedrich Katz, David Brading y Nélida Piñón, entre los firmantes
Un grupo de notables intelectuales, integrantess del Consejo Consultivo de la Cátedra Alfonso Reyes del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), renunció al ''honroso cargo" que detentaban desde 1999, en desacuerdo con cambios que afectan la cátedra y sobre los que no fueron consultados.
Los historiadores Friedrich Katz (Austria) y David Brading (Gran Bretaña), los escritores Carlos Fuentes (México), Tomás Eloy Martínez (Argentina) y Nélida Piñón (Brasil), forman parte del grupo que firma la renuncia, dirigida al rector de la institución, Rafael Rangel Sostmann y de la cual obra copia en poder de La Jornada.
En la lista de firmantes también aparecen los nombres de Luisa Valenzuela, Sealtiel Alatriste, Gonzalo Celorio y Javier Ordóñez.
La Cátedra Alfonso Reyes fue creada en agosto de 1999.
Constituía -según palabras de Roberto Domínguez, académico del Tec, durante la presentación- una oferta ''para explorar el mundo desde la perspectiva compleja y enriquecedora de las humanidades: literatura, arte, filosofía, historia, sociedad y cultura".
Decisión irrevocable
Con fecha del 19 de octubre de 2005, el texto íntegro de los renunciantes es el siguiente:
''Quienes suscribimos esta carta, miembros del Consejo Consultivo de la Cátedra 'Alfonso Reyes' del Tecnológico de Monterrey, presentamos ante usted nuestra renuncia al honroso cargo de consejeros con el que nos distinguió el año de 1999.
''Hemos tomado de manera conjunta esta decisión irrevocable porque la institución a su cargo ha tomado determinaciones de gran trascendencia para la Cátedra sin pedir el parecer de los miembros del Consejo Consultivo del que formamos parte. Es el caso de la remoción, al frente de ella, de la Lic. Silvia Garza, quien había venido cumpliendo los lineamientos señalados por nuestro Consejo para beneficio de la institución y del país. Sabemos que la designación de los funcionarios de confianza que desempeñan las diversas tareas inherentes al quehacer institucional es responsabilidad exclusiva de las autoridades del Tecnológico, pero de la misma manera creemos que el órgano creado ex profeso para orientar los trabajos de la Cátedra debió haber sido consultado para tomar una determinación de tal gravedad. No haberlo hecho pone en entredicho la razón de ser del Consejo Consultivo y desautoriza la voz de cada uno de sus miembros.
''Tampoco fuimos consultados sobre los nuevos derroteros que habrá de tomar la Cátedra en el futuro y que discrepan sustancialmente del concepto y la proyección que entre todos nosotros habíamos definido y trazado.
''Agradecemos la oportunidad que nos brindó de servir a la institución en un proyecto que logró importantes alcances en beneficio de la difusión del pensamiento humanístico, tan bien representado por Alfonso Reyes, y lamentamos tener que separarnos de él por las razones aducidas en esta carta de renuncia".
Al calce aparecen los nombres y las rúbricas de: Carlos Fuentes, Sealtiel Alatriste, David Brading, Gonzalo Celorio, Friedrich Katz, Tomás Eloy Martínez, Javier Ordóñez, Nélida Piñón y Luisa Valenzuela.