CIUDAD PERDIDA
En riesgo de descarrilar la justa electoral perredista
Inminente incursión priísta
Al acecho, opositores a AMLO
EL ESCENARIO muy poco seguro en que podría efectuarse la elección interna del PRD para encontrar a su candidato a la jefatura de Gobierno ha obligado a un importante grupo de militantes a pensar, en serio, en cancelar el ejercicio.
LA IDEA nace de la inminente contaminación que sufrirá la justa por grupos priístas que intentarán pervertir el sentido del voto. Los acercamientos de Jesús Ortega con el PRI, y ahora el descaro con el que el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, principal apoyo de los chuchos, busca o acepta el abrazo de Roberto Madrazo, que no sólo es priísta, sino el peor de los priístas, parece haber confirmado el rumor constante de las cercanías de un buen grupo de perredistas con el PRI del candidato del tricolor.
EL GESTO de Cárdenas, que nunca tuvo para López Obrador, fue recibido sin sorpresa en el PRD, pero sí con mucha decepción. Todos los enemigos del ex jefe de Gobierno hoy resultan los amigos del ingeniero, comentaban al día siguiente de la publicación de la fotografía del abrazo Cárdenas-Madrazo.
NINGUN DISCURSO, ningún pretexto podrá borrar el impacto de la imagen. Y es que lo que mucho se temía, la posibilidad de que Ortega, en el Gobierno del Distrito Federal, se incline a negociar con el PRI o el PAN, antes que con López Obrador, parece tomar forma. A Cárdenas ya no le da asco el PRI y Ortega nunca le ha hecho el feo.
PERO ESO no es todo, aunque en el discurso todos rechazan la posibilidad de actos violentos en la elección del próximo 4 de diciembre, todos saben que el enfrentamiento político se quedó corto, si se compara con los agravios personales a que ha dado pie esta justa.
AHORA, COMO nunca antes, las heridas son profundas y los rencores enconados. La CID de Bejarano prepara a sus porros, los chuchos tienen listos a los grupos de choque priístas, el partido está en peligro y parece no ser suficiente la intervención del Comité Ejecutivo Nacional, ni el desconocimiento, por ello y de hecho, de la presidencia local, para evitar lo que nadie quiere que ocurra: una elección violenta.
FRENTE A este escenario, la elección, como se ha preparado hasta ahora, podría ser una suerte de suicidio, o cuando menos un tiro en el pie. Y ello porque además de los líos internos que apuntan hacia enfrentamientos entre grupos violentos, los intereses de otras organizaciones políticas han encontrado en esta difícil atmósfera la oportunidad de descarrilar, de cualquier manera y en cualquier sentido, la justa electoral.
EN ESOS grupos además hay otra intención, ésta de mucho mayor peso: restar fuerza a la candidatura de López Obrador. Cada escándalo, cada desavenencia obra en contra de las aspiraciones no sólo del tabasqueño, sino del PRD en su conjunto, o mejor dicho, de una parte del PRD, porque la porción que corresponde a Cuauhtémoc Cárdenas tampoco quiere que Lopez Obrador llegue a la Presidencia de la República.
ENTONCES, NO parece descabellado revisar a toda prisa, y con los elementos en la mano, la viabilidad de esta elección, que ya es un problema y puede convertirse en un verdadero desastre para los amarillos.
CIERTO SERA que una acción de este tipo, cancelar la elección como se tiene prevista, pondrá a prueba a todas las tribus, a todos los dirigentes y a todos los intereses que convergen en el PRD. Quienes quieran lanzar al barranco a ese partido seguramente se opondrán, por eso ahora se necesita la voluntad de todos y la unidad en serio, si de lo que se trata es de ir por el verdadero cambio que exige el país. Ya veremos.