Autoridades buscan acuerdos para frenar la inflación
Acusa Kirchner a empresarios de querer saquear bolsillos
Buenos Aires, 24 de noviembre. El presidente argentino Néstor Kirchner acusó el jueves a poderosos empresarios de planear ''cómo les saquean el bolsillo a los argentinos el año que viene'', en medio de la inquietud oficial por el aumento de la inflación.
''En vez de juntarse a ver cómo crece Argentina, están viendo cómo se apoderan del mejoramiento del bolsillo de los argentinos'' a partir del crecimiento de la economía, denunció Kirchner, durante un acto celebrado en la Casa de Gobierno.
El mandatario se refirió a influyentes empresarios que están reunidos en Mar del Plata, en un coloquio de la entidad IDEA, donde todos los años los grandes grupos trazan pronósticos y evalúan la marcha de la economía.
Sobre ese encuentro, el jefe de Estado advirtió: ''es bueno que todos los argentinos sepan que ya están viendo cómo les saquean el bolsillo el año que viene''.
Kirchner apuntó a los dueños de las grandes cadenas de supermercados por entender que esa actividad está ''cartelizada'' y en particular cargó contra uno de ellos: Alfredo Coto, dueño de un centenar de sucursales con 18 mil empleados, por haber vaticinado en ese coloquio una alta inflación de 12 por ciento para 2006, mientras el gobierno la estima en 8.7 por ciento.
''Es altamente gravoso que usted diga que vamos a tener 12 por ciento de inflación porque se ve que ya está trabajando para tener el 12 por ciento de inflación y para tener más rentabilidad'', dijo Kirchner con su habitual estilo de confrontación.
La inflación de octubre trepó a 0.8 y lleva acumulado un índice de 9.8 por ciento en el transcurso del año, con una meta establecida de 10.5 para todo 2005.
Las autoridades buscan frenar el alza de precios a través de acuerdos con los sectores que más influyen en el índice de inflación.
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, anunció la semana pasada que se suspenderán los reintegros fiscales a exportaciones de unos 200 productos de la canasta de consumo básico habitual de los argentinos, para contener el aumento del costo de vida.
También, entre otras medidas, decidió triplicar de 5 a 15 por ciento las retenciones (impuestos) sobre las exportaciones de carne, el producto principal en la dieta de los argentinos, tras verificarse aumentos en el mercado interno por la fuerte demanda exterior.