Podrá actuar sin maquillar cifras, coinciden legisladores
Aprobó el Senado reformas que dan autonomía al INEGI
Ampliar la imagen Los pri�as Enrique Jackson y Carlos Chaurand, durante la sesi�e ayer en el Senado FOTO Cristina Rodriguez Foto: Cristina Rodriguez
Después de un largo proceso legislativo, el Senado aprobó ayer las reformas constitucionales que darán autonomía plena al Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), organismo que dejará de depender de la Secretaría de Hacienda y podrá actuar así con mayor transparencia y honestidad, "sin maquillar cifras ni ocultar la realidad del país", según señaló en tribuna el priísta Adrián Alanís Quiñones al presentar el dictamen.
"Aseguramos que el INEGI quede fuera de intereses y coyunturas políticas", señaló a su vez Dulce María Sauri, al destacar que además de contar con personalidad jurídica y presupuesto propios, el instituto será dirigido por una junta de gobierno, integrada por cinco miembros designados por el Presidente de la República, pero ratificados por el Senado.
Es la segunda vez que esa reforma pasó por el Senado. Se aprobó por primera vez en diciembre de 2003, y se remitió a la Cámara de Diputados, donde estuvo casi dos años, hasta el pasado 4 de octubre, cuando la dictaminaron en San Lázaro con algunos cambios, como la modificación de los artículos 26 y 73 -en lugar del 108 propuesto originalmente- y la remitieron de vuelta a Xicoténcatl.
Ayer los senadores aprobaron la minuta, con 77 votos en favor y ninguno en contra, y pasó a las legislaturas de los estados, donde habrá de continuar su proceso constitucional.
Todas las fuerzas políticas coincidieron en que se trata de una reforma trascendente, que conjuntó cuatro iniciativas presentadas en ambas cámaras. La priísta Sauri, autora de uno de los proyectos, recalcó que nace un nuevo órgano constitucional, alejado de la esfera de gobierno, que dará constancia y consistencia a la información estadística.
"Al contar con un presupuesto propio, el INEGI podrá asegurar la libre administración, la no transferencia y la suficiencia de recursos públicos para un desempeño confiable y de largo plazo", agregó Sauri. Destacó que el propio organismo argumentó escasez de fondos para no realizar el octavo Censo Agropecuario de 2001, que apenas comenzó a elaborar este año.
En nombre de las comisiones dictaminadoras, el senador Alanís Quiñones subrayó que México podrá contar con cifras e información que tengan el reconocimiento de todos, "sin el prejuicio de tener que utilizar datos oficiales, que en ocasiones suponen que el gobierno oculta la realidad de México.
"Cuántas veces hemos escuchado que la ciudadanía se queja de que el gobierno muestra cifras de los hogares pobres, y la realidad es totalmente diferente", agregó.
En nombre de la fracción del PRD, el senador Miguel Angel Navarro Quintero señaló que se llegó al final de una larga lucha de los legisladores de todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso, así como de investigadores y miembros de la academia, y de los propios trabajadores del INEGI, para otorgar autonomía constitucional al instituto.
Resaltó que el organismo contará con una junta de gobierno "que no tendrá actitudes cortesanas ante el Poder Ejecutivo" y podrá brindar información veraz; además, el hecho de que el Senado tenga facultad de ratificar a los integrantes de ese órgano directivo "será un contrapeso real a las decisiones del gobierno".
El panista Alfredo Martín Reyes destacó, a su vez, que el proceso fue largo, pero finalmente todas las fuerzas políticas coincidieron en la necesidad de un INEGI fuerte, independiente y autónomo, que permita un sistema de planeación democrático.