Una compañía da asesoría para rescatar la cena ante posibles eventualidades

Línea telefónica de emergencia para salvar al pavo el Día de Acción de Gracias

Aumenta la cantidad de hombres que llaman para pedir consejos de última hora

DPA

Washington, 23 de noviembre. Mark P., de Minnesota, lo ve todo muy negro. En unas dos horas empieza la cena de Acción de Gracias, la celebración familiar más importante del año, bajo la mirada crítica de los suegros.

Se avecina el desastre: el pavo, el rey de la cena, está ardiendo en llamas. Rociado con demasiado whisky por descuido, el ave arde en el horno mientras la esposa de Mark llora en el dormitorio.

Cuatro horas más tarde todos se relamen los labios con cara de satisfacción: el pavo estaba para chuparse los dedos. No importa que llegara a la mesa sin piel: en el fondo así es más sano porque tiene menos calorías.

La salvación de la fiesta fue un servicio telefónico de emergencia que desde hace 25 años ayuda a cocineros en apuros a preparar el pavo perfecto para el día de Acción de Gracias o para Navidad o, como en el caso de Mark, proporciona primeros auxilios.

El servicio lo ofrece la empresa avícola Butterball, que cada año emplea en ello a 55 expertos en dietética y economía doméstica desde primeros días de noviembre hasta Navidad.

Más de 100 mil llamadas cada temporada, un total de 2.8 millones, han sido atendidas por los expertos, con lo que se salvaron numerosas cenas y uno que otro matrimonio, señaló la portavoz del servicio Ann Marie Bonness.

También este año el teléfono de la central de Naperville (Illinois) ha sonado mil veces para preparar el día de Acción de Gracias, que se celebra mañana.

Y como todos los años, el equipo de expertos ha podido comprobar que cuanto más cerca está el gran día, "más aumenta el estrés en las voces", dijo la experta Dorothy Jones.

Esto no es algo casual: para muchos estadunidenses, el día de Acción de Gracias es "el día del pavo", una fecha en la que al menos 45 millones de pavos aterrizan en los estómagos de los ciudadanos.

Dorothy Jones es ya una veterana del pavo, que desde hace 20 años trabaja para Butterball al otro lado de la línea telefónica. Y también fue ella la que aconsejó a Mark que envolviera el pavo en papel de aluminio, lo mantuviera en el horno a fuego lento y después retirara la piel carbonizada.

Todavía siguen siendo principalmente las mujeres las que piden ayuda a través de la línea telefónica, pero el número de hombres va en aumento: el año pasado realizaron 22 por ciento de las llamadas.