Usted está aquí: jueves 24 de noviembre de 2005 Cultura Riva Palacio, ''primero en probar los horrores de la Inquisición en el país''

El historiador José Ortiz Monasterio presenta su tercer libro sobre ese personaje

Riva Palacio, ''primero en probar los horrores de la Inquisición en el país''

Propuso ''los mejores argumentos históricos'' para fundamentar que sin libertad de conciencia no puede haber felicidad

Vigentes, sus ideas contra la intolerancia, señala

MONICA MATEOS-VEGA

Ampliar la imagen Intolerable, las cruces esv�icas que se pintaron en las paredes del Instituto Mexicano del Seguro Social, deplora el investigador Jos�rtiz Monasterio FOTO Mar�Luisa Severiano Foto: Mar�Luisa Severiano

Una de las grandes aportaciones de Vicente Riva Palacio (1832-1896) a la memoria nacional fue la denuncia que hizo de los horrores cometidos durante la Inquisición, afirma el historiador José Ortiz Monasterio.

En entrevista con La Jornada a propósito de la publicación de su libro México eternamente. Vicente Riva Palacio ante la escritura de la historia, coeditado por el Instituto Mora y el Fondo de Cultura Económica, el investigador explicó que el autor de Martín Garatuza, luego de rescatar de las manos de la jerarquía católica los archivos del Santo Oficio a petición del presidente Benito Juárez, ''denuncia en sus novelas la intolerancia y la importancia de la libertad de conciencia."

Agrega que Riva Palacio fue ''un liberal clásico del siglo XIX, el primero en denunciar los crímenes de la Inquisición con los documentos en la mano. Las altas autoridades del clero siempre los negaron, decían que eran infundios, pero el novelista transcribió en su obra muchos de los terribles tormentos.

Archivo escondido

''Su aportación -explica José Ortiz Monasterio- sigue vigente, porque continúan los problemas con la libertad de conciencia. Esas esvásticas que pintaron en las paredes del Instituto Mexicano del Seguro Social es algo intolerable, al igual que la persecución contra los protestantes que no hacen el saludo a la bandera."

En 1871, cuando gobernaba Juárez, era inminente la intervención de España, Gran Bretaña y Francia. Riva Palacio era diputado y el pleito del gobierno con la jerarquía del clero era muy fuerte.

Ortiz Monasterio explica que ''el Presidente se da cuenta de que se puede perder el archivo de la Inquisición, porque si llegaba a manos de Maximiliano seguramente quemaría los documentos o lo vendería o lo molería para hacer cartón. Juárez ordena a Vicente que se apodere de ese archivo; quién sabe cómo, Riva Palacio logra tomarlo del Arzobispado y esconderlo durante cinco años en una bodega que luego buscaron y buscaron y nunca pudieron encontrar.

''Al estudiar ese acervo del siglo XVII, el novelista conoció el México barroco, y se dio cuenta de que este es un país mestizo hasta las cachas. También eso resaltó en su obra, la idea integradora de que México no puede dar la espalda a su pasado colonial, y que debe valorar tanto a Cuauhtémoc como al Cid", puntualiza el historiador.

Hombre de múltiples talentos

En su libro México eternamente, el historiador examina en detalle toda la obra historiográfica de Riva Palacio, incluyendo textos de teoría de la historia rescatados del archivo personal de ese ''hombre de raras luces y múltiples talentos: político, dramaturgo, novelista, periodista, poeta, cuentista, general de brigada durante la intervención francesa y embajador en España".

En 1976, cuando se conformó una comisión para autentificar los restos de Cuauhtémoc, la Universidad Nacional Autónoma de México envió a Ortiz Monasterio a Austin, Texas, para averiguar si Vicente Riva Palacio tuvo algo que ver con éstos, porque cuando fue ministro de Fomento de Porfirio Díaz mandó construir la estatua del último emperador azteca.

''No encontré ningún documento que lo ligara a Ixcateopan (sitio donde reposan los restos), sus cartas con gente de Guerrero son escasas, porque los caciques de ese lugar en aquella época eran duros; no había ninguna relación con ellos, pero la gente de ese estado lo quería mucho.

''Una vez llegó a un fandango durante la guerra de intervención, y alguien le trovó: 'ya llegó Riva Palacio, no lo había yo conocido, bienhaya lo bien parido, ¡viva el nieto del estado!' Lo apreciaban por su abuelo Vicente Guerrero.

''Si bien en Austin descubro que no hay conexión documental entre Riva Palacio y Cuauhtémoc, sí encuentro un personaje fascinante sobre el cual no había escrito nada.

''Para llegar a México eternamente tuve que hacer antes dos libros sobre el mismo personaje: su biografía y otro sobre sus dramas y novelas históricas, titulado Historia y ficción.

''Riva Palacio se forma como historiador escribiendo, precisamente, novelas históricas. Con su obra dio a México y el mundo los mejores argumentos, los históricos, para fundamentar que donde no hay libertad de conciencia o de credo, no puede haber felicidad."

Presentación en el Instituto Mora

-Luego de investigar tan profusamente la vida y la obra de Vicente Riva Palacio, ¿hay alguna pregunta que le habría gustado hacerle?

-Si pudiera hacerlo, preguntaría a Riva Palacio y a los liberales: ¿ustedes querían al PRI como heredero?, ¿era eso lo que deseaban? -concluyó el investigador.

El libro México eternamente. Vicente Riva Palacio ante la escritura de la historia, de José Ortiz Monasterio, se presenta hoy a las 19 horas en el Instituto Mora, en plaza Valentín Gómez Farías 12, atrás del parque Hundido, sobre Augusto Rodin, colonia San Juan Mix-coac. Participan Clementina Díaz y de Ovando y Alvaro Matute, entre otros.

 
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