Los Angeles, la otra frontera mexicana
Comida, música y negocios con el toque nacional se expresan por toda la ciudad
Los Angeles, 23 de noviembre. Mientras en un lado de esta ciudad se corona a la Señorita Zacatecas del Sur de California, en otro un médico tradicional mixteco está por inspeccionar un jardín botánico que contiene las plantas medicinales de su estado. En una granja urbana campesinos mexicanos participan en un foro con zapatistas locales para hablar sobre la Sexta Declaración, al tiempo que los mexicanos de la Asociación de Futbol Anahuak preparan sus torneos y participan en la creación de zonas verdes, y un inmigrante mexicano acaba de ser electo concejal de la segunda ciudad de Estados Unidos por número de habitantes.
México está en todas partes, y en múltiples expresiones: en la fuerza laboral, por supuesto, pero también en la comida, la música, el comercio, en las calles, en el idioma (no sólo español, sino también en los idiomas de los indígenas). Uno puede vivir aquí, en decenas, tal vez cientos de cuadras, sea en la propia Los Angeles o en sus alrededores, y no salir jamás de México. Hasta en las noticias: una nota principal de La Opinión, periódico fundado hace casi 80 años por un inmigrante mexicano, fue el triunfo de Roberto Madrazo como candidato del PRI.
México está en todas partes, y es parte esencial de la historia tanto del origen como del futuro de esta ciudad.
Pero a veces México no está aquí en su todo, sino en sus partes. "Zacatecas es una. Y, como dicen en México, echemos un volado", señala una de las aspirantes a reina de Zacatecas del Sur de California ante más de mil 200 de sus paisanos y la gobernadora de su estado, Amalia García. Maribel Rojas, Señorita Zacatecas del año pasado, expresa en su mensaje: "para mí Zacatecas no es un lugar: es una historia, una tradición, una cultura y un pueblo. A pesar de estar lejos de nuestras tierras y expuestos a diferentes formas de vida, culturas y tradiciones, es cuando más debemos esforzarnos para mantener nuestra esencia, nuestros principios y orgullo por nuestras raíces".
Existen así dos Zacatecas: uno en el sur y otro aquí, y México está presente, aunque sólo a través del paisanaje.
Estamos en un enorme salón en un club de golf, y el mariachi Imperial, cuyos 16 músicos viajaron desde Nochistlán sólo para esta noche, acaba de ofrecer un estupendo concierto en este festejo anual del Día del Zacatecano, en el cual se corona una de 22 candidatas postuladas por los más de 70 clubes de oriundos que conforman la Federación Zacatecana del Sur de California.
Los zacatecanos son la expresión organizada de mexicanos más avanzada en esta urbe, y su federación se ha convertido en un poderoso interlocutor binacional. Todo político zacatecano, incluso el gobernador en turno, debe mantener un diálogo permanente con ella, al igual que los políticos electos de esta zona de California, incluso el alcalde de Los Angeles.
La gobernadora Amalia García, igual que sus antecesores, hace una visita en promedio una vez al mes, además de presidentes municipales y diputados. Por otra parte, Zacatecas cuenta con dos diputados migrantes, uno del PRI y otro del PRD, en su Congreso estatal.
La gobernadora preside la fiesta de gala, y este rincón de Los Angeles se convierte en Zacatecas, mientras el alcalde Antonio Villaraigosa envía un mensaje para felicitar a la organización en nombre del gobierno de Los Angeles "por la labor tan valiosa que realiza en ambos lados de la frontera", y señala que es "un ejemplo mundial" por la implementación del programa Tres por Uno, mediante el cual dicha federación invierte 7 millones de dólares anuales en proyectos de infraestructura comunitaria en Zacatecas.
Hay expresiones organizativas similares entre jaliscienses, oaxaqueños, michoacanos y otros. Están la Federación Duranguense, la Federación de Clubes Jaliscienses, la Federación Guanajuatense y la Federación Oaxaqueña de Comunidades y Organizaciones Indígenas en California. Tal vez la agrupación más notable, por ser uno de los primeros esfuerzos organizativos explícitamente binacionales, es el Frente Oaxaqueño de Organizaciones Indígenas (antes Frente Indígena Oaxaqueño Binacional, FIOB).
El FIOB tiene sus sedes en California, Oaxaca y Tijuana (su comité binacional central está compuesto por dos miembros en cada una de sus tres regiones), y ha consolidado las redes informales para crear una instancia con capacidad de negociación ante funcionarios y políticos electos locales y estatales de ambos lados de la frontera, así como también ante fundaciones, organismos no gubernamentales y otras organizaciones sociales.
Desde esta organización se han impulsado otras, como la Asociación de Desarrollo Binacional e Integral Indígena y el Centro Binacional para el Desarrollo Indígena Oaxaqueño, que impulsan diversos proyectos productivos y de educación y apoyo comunitario en ambos lados de la frontera, explican a La Jornada su presidente, Rufino Domínguez, y uno de los asesores y estrategas más destacados en el desarrollo de estas iniciativas, Gaspar Rivera Salgado, ambos inmigrantes mixtecos.
Don Erasmo, médico tradicional mixteco, acaba de llegar de San Diego para reunirse en Los Angeles con médicos tradicionales mayas de Guatemala y celebrar una ceremonia con ellos, así como promover un intercambio de conocimientos. Estos profesionales tienen sus jardines botánicos aquí y, junto con organizaciones de inmigrantes, ofrecen servicios de salud a la comunidad indígena.
En medio de lo que se dice que es la "granja urbana más grande del país", hay un proyecto agrario productivo en uno de los barrios más pobres de la ciudad. Se trata de un ejido, y representa una lucha campesina. Ahí, entre maíz, chiles y jitomates, los zapatistas de esta región celebran un foro para evaluar la Sexta Declaración de la Selva Lacandona.
Pero como éstos hay mil manifestaciones de las múltiples dimensiones de México en esta ciudad y zona. Una vez más, no es México, sino sus múltiples universos y regiones los que conviven aquí.
México brota por todas partes también a través de la música y la comida. El restaurante Guelaguetza, donde se puede saborear lo mejor de la comida oaxaqueña en toda su gloria, con ingredientes importados desde ese estado todas las semanas, es también un centro cultural sin anunciarlo. Hay música y danza de Oaxaca, se enseñan las tradiciones oaxaqueñas a los niños que nacieron aquí.
Puente informativo
El periódico catorcenal El oaxaqueño funciona como puente informativo para la comunidad oaxaqueña trasnacional. En su número actual, su portada es sobre las fiestas del Día de Muertos en Oaxaca, y adentro hay reportajes sobre la medicina "ancestral", sobre el desastre que causó el huracán Wilma, informes sobre obras de migrantes, notas de propuestas de reforma migratoria, informes sobre el voto de los mexicanos en el exterior, una nota sobre Lila Downs en Oaxaca y su mensaje a los migrantes a través de este periódico; una exposición de obras de Tamayo en Oaxaca y los preparativos para el festejo del bicentenario de Benito Juárez, dentro de los cuales la federación oaxaqueña aquí, en coordinación con los encargados del festejo allá, realizará las Jornadas juaristas en Los Angeles.
Uno puede navegar por amplios sectores de esta ciudad sin salir de México, incluso en zonas como Venice Beach, Santa Mónica y hasta los antiguos y famosos guetos negros, que ya son cada vez más mexicanos. Toda información en esta ciudad es bilingüe, incluso la oficial.
La clase empresarial de México está presente, con Gigante y Gruma y todos los productos nacionales a la venta. Pero tal vez la parte más dinámica del sector privado es el empresariado mexicano inmigrante que produce y reproduce a México en casi todos los rubros, desde servicios legales, médicos, contables, de computación y remesas, hasta sitios de taxis, alimentos de todo tipo, turismo, música y todo lo imaginable para satisfacer este enorme mercado mexicano.
Y ahora no sólo los latinos nacidos aquí logran ingresar a la política municipal. José Huízar, quien salió de su Zacatecas hace 37 años, se convirtió en el primer inmigrante latino electo concejal de la ciudad de Los Angeles la semana pasada, para ocupar el puesto dejado por Antonio Villaraigosa. El alcalde, al celebrar ese triunfo, proclamó que "es parte del futuro de la política en California".
De hecho, no es difícil confirmar que grandes partes de esta ciudad ya no se encuentran "al otro lado de la frontera".