MEXICO SA
No era autocrítica la de Fox, sino campaña electoral
Mención honorífica al gobierno por su esfuerzo para crear empleos... eventuales
TRAS ESCUCHAR SUS PALABRAS, algunos despistados creyeron que la de ayer en Campeche fue la autocrítica más rigurosa y certera realizada por el presidente Fox, no sólo de su paso por Los Pinos, sino de su actitud como candidato a la Presidencia de la República.
A PUNTO ESTABAN los ingenuos de tomar la calle y celebrar la honesta actitud presidencial, cuando fueron enterados por alguien más centrado que no era autocrítica, que Vicente Fox se refería a terceros y que su discurso en aquel sureño estado de la República sólo formaba parte de la nueva campaña electoral en la que está involucrado.
RESULTA QUE EL mismo Mesías del Bajío que durante su gira proselitista en pos del voto ciudadano prometió, prometió y prometió, y que ya sentado en Los Pinos ofreció más que lo mismo, tomó ayer el micrófono en Castamay, Campeche, para "advertir" a la población sobre aquellos personajes "que vienen a ofrecer el oro y el moro", e "invitar" a los ciudadanos a no dejarse seducir por "el canto de las sirenas de aquéllos que vienen a resolver todo de un plumazo y que traen varita mágica y que dicen que les van a resolver todos sus problemas".
LOS DESPISTADOS creyeron que el campechano discurso presidencial era una puntual autocrítica a su mandato, dada la advertencia de la población: "en México ya sabemos de estas cosas, ya nos han engañado suficiente"... Debemos ser muy cuidadosos, vamos a tener un año electoral, vamos a elegir al próximo presidente de la República; pero eso sí, por favor, nada de pasos hacia atrás, aquí México va a seguir marchando y caminando adelante. Por eso les puedo decir que no habrá año de Hidalgo el año próximo, ya están advertidos todos y cada uno de los miembros del gobierno federal, cuidado y vayan a meter la mano porque ya saben el castigo que van a llevar".
ATRAS, MEZCLADOS entre la concurrencia, aplaudían los hijos de la señora Marta.
PERO NO TODO ES autocrítica, porque además del asombroso crecimiento económico alcanzado durante su administración, el inquilino de Los Pinos ya puede presumir que su gobierno ha recibido mención honorífica como generador de empleo... eventual.
LA SECRETARIA DEL Trabajo, con base en el registro del Instituto Mexicano del Seguro Social, informó que en la primera quincena de noviembre de 2005 el número de trabajadores dados de alta en el IMSS se incrementó a 13 millones 208 mil 979, es decir, un aumento de 3 por ciento en lo que va de la administración foxista.
ESE PORCENTAJE equivale a un "dato duro" de casi 434 mil empleos registrados en el IMSS, o lo que es lo mismo en la economía formal. Esa es la parte buena; la mala, que ese total resulta de la cancelación de 45 mil plazas permanentes y la creación (o cuando menos el registro) de 479 mil eventuales.
YA CON EL "dato duro" (Fox dixit) en la mano, se sabe que a lo largo de la administración del "cambio" cotidianamente se han registrado en la economía formal 238 empleos, en promedio, cuando la demanda real es de 3 mil 288 trabajadores, una diferencia cercana a 16 tantos, entre lo que el inquilino de Los Pinos ha hecho y lo que el candidato Fox (el mismo que ahora critica de la varita mágica y los 15 minutos de terceros) prometió hacer.
LO QUE SI NO ES promesa, sino un hecho alarmante es la creciente salida de divisas para satisfacer la importación de bienes de consumo de un segmento poblacional que compra productos extranjeros, comenzando por el papel de baño.
EL GOBIERNO DEL "cambio" diría que es una muestra más de "lo bien que le va al país" por la apertura de fronteras, pero el hecho es que sólo en octubre los mexicanos con sólido poder de compra adquirieron bienes de consumo de procedencia extranjera por 3 mil 225 millones de dólares (41 por ciento más que en septiembre), cantidad ligeramente superior a la que el Banco de México acumuló en reservas internacionales en la última semana de ese mismo mes y los primeros 18 días de noviembre.
LA PROPIA INSTITUCION bancaria, junto con el gobierno federal, presume que las reservas internacionales superan los 65 mil millones de dólares, una respetable cantidad aunque sólo sea para exhibición.
SIN EMBARGO, ESA cifra sirve para comparar lo que los mexicanos hemos gastado en bienes de consumo importados durante los últimos cinco años: alrededor de 115 mil millones de dólares, hasta octubre pasado, monto 77 por ciento mayor al de las reservas internacionales acumuladas a lo largo de 12 años.
EN ESTE ESPACIO se comentaba semanas atrás que en los últimos cinco años han ingresado al país 95 mil millones de dólares por exportación de petróleo crudo, cerca de 68 mil millones por remesas y algo así como 35 mil millones por turismo extranjero, por citar unos ejemplos. En igual periodo, el gasto por la importación de bienes de consumo resulta 28, 170 y 330 por ciento superior, respectivamente, al ingreso de esos tres filones de divisas.
YA ENTRADOS EN comparaciones, lo que se ha gastado en importar bienes de consumo se equipara a lo que el gobierno federal ha cubierto -en cinco años- como costo financiero de su deuda, e iguala el monto del "rescate" bancario -que todavía no termina- vía Fobaproa-IPAB y otras erogaciones "menores" para "salvamentos" como el carretero y el azucarero.
FALTAN DESVIOS POR sumar, pero para sorpresa de algunos las cifras oficiales documentan otra febril actividad que involucra a un pequeño porcentaje de la población y que se ha convertido en factor de desequilibrio de las finanzas nacionales y de permanente cuan multimillonaria salida de divisas: la importación de bienes de consumo.
DE ACUERDO CON información de la Secretaría de Hacienda, avalada por el INEGI, a lo largo del gobierno del "cambio" los mexicanos de mediano y alto poder adquisitivo han gastado esa suma en el consumo de productos importados, especialmente televisores, aparatos eléctricos y electrónicos, medicamentos, gasolina, automóviles y conservas vegetales, artículos todos ellos que alguna vez fueron producidos en México.
Las rebanadas del pastel:
Y FALTA Santa Claus.