El canciller mexicano confía en que reunión del Mercosur propicie entablar pláticas
Hay muchas formas de disculparse: Derbez; esperen sentados: Venezuela
La relación entre los dos países "está en una situación tranquila", insiste el funcionario
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Luis Ernesto Derbez, en espera de una soluci�OTO Luis Humberto Gonz�z
Foto: Luis Humberto Gonz�z
El gobierno mexicano sigue en espera de una disculpa de Venezuela, reiteró ayer el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, y dijo que ya comentó con su homólogo, Alí Rodríguez, que "hay muchas formas" de disculparse. "Estamos viendo de qué forma las aguas retoman su cauce", afirmó.
Derbez habló así antes de conocer las declaraciones que hizo el vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, quien señaló este miércoles que "Caracas no ofrecerá una disculpa a México" y remató con la frase: "que esperen sentados, porque disculpas no va a haber".
El canciller mexicano había ofrecido ayer entrevistas a varios medios informativos electrónicos, donde planteó la posibilidad incluso de que hubiera encuentros entre funcionarios de ambos gobiernos en la reunión del Mercosur, el próximo 8 y 9 de diciembre, que tendrá lugar en Montevideo, Uruguay.
El funcionario supuso que en esa reunión "se va a dar una oportunidad para tener una relación de persona a persona, tener una entrevista y ver cómo marchamos a partir de ese momento".
Explicó que la reunión del día 8 de diciembre será a nivel de cancilleres, y el 9 de jefes de Estado, y en esta última él estaría en representación de Vicente Fox. La posibilidad de que Derbez se reúna con el presidente Chávez dependerá de que el gobierno de Caracas lo considere pertinente, y de momento, según él mismo expuso, "no tengo ni siquiera programada una reunión con mi colega Alí Rodríguez".
No obstante la posición de la cancillería, el portavoz de la Presidencia de México, Rubén Aguilar, afirmó por la mañana que Venezuela "no está invitada a la reunión del Sistema de Integración de Centroamérica, que se realizará también en diciembre, los días 12 y 13, en Cancún".
Este encuentro a nivel presidencial será para sentar las bases de la construcción de una refinería de petróleo que asegure el abasto de energía a Centroamérica, y Venezuela había planteado su interés por participar en el proyecto cuando fue anunciado, hace algunos meses.
Rubén Aguilar sostuvo que Venezuela no participará en esa reunión, porque el encuentro es para que los ministros presenten a los presidentes "los cuatro proyectos estratégicos que están estudiándose". No obstante, el pasado 9 de noviembre el secretario de Energía, Fernando Canales, había señalado la posible participación del gobierno venezolano en dicho proyecto.
Aun con toda la problemática que se ha desatado, el secretario de Relaciones Exteriores de México definió ayer que la relación entre los dos países "está en una situación tranquila; las relaciones comerciales, consulares y culturales siguen su curso. Es decir, seguimos en el mantenimiento de una relación diplomática a nivel de encargados de negocios y con la visión de seguir trabajando en la solución de ese tema", indicó.
Planteó además que México seguirá impulsando el libre comercio, y en la Organización Mundial de Comercio (OMC) tendrá una posición fuerte en la búsqueda de una solución al tema de los subsidios agropecuarios. Es decir, México no se moverá de esta línea, continuará trabajando en este tema, que fue el punto original de la discusión y de la diferencia.
En el mismo sentido sostuvo que el gobierno mexicano cree en el libre comercio, porque cree que puede hacernos más competitivos, "y es evidente que Venezuela no comparte esa opinión".
El otro lado
En Caracas, el vicepresidente de Venezuela advirtió el miércoles al gobierno de México "esperar sentado" una disculpa de Caracas para resolver la crisis diplomática que desencadenó el retiro de sus respectivos embajadores.
"Que esperen sentados, disculpa no va a haber. Venezuela no acepta imposiciones de nadie", dijo a periodistas el vicepresidente, José Vicente Rangel.
La relación diplomática entre ambos países se redujo la semana pasada a encargados de negocios luego de intercambios verbales de ambos gobiernos tras la Cumbre de las Américas en Mar de Plata, Argentina, por desacuerdos en torno al Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
La crisis diplomática se profundizó cuando el presidente venezolano, Hugo Chávez, llamó "cachorro del imperio" a su colega mexicano, Vicente Fox Quesada, por abogar por el reinicio de ese proyecto comercial que impulsa Estados Unidos.
Fox, que había criticado a Chávez diciendo que su postura era "poco apegada a la realidad", emplazó al gobierno de Caracas a pedir disculpas, porque si no retiraría a su embajador.
La negativa de Venezuela a disculparse fue reiterada el miércoles por Rangel, quien afirmó que su gobierno va a conversar y avanzar en el diálogo, pero "sin imposiciones de ninguna especie".
El funcionario afirmó que el canciller venezolano, Alí Rodríguez, está adelantando una "política coherente" en el asunto, y que "se mantienen los niveles de relación, se mantienen abiertas las dos embajadas y aspiramos a que se supere el impasse".
Rodríguez indicó el miércoles a periodistas que "probablemente en los próximos días" conversará con su colega mexicano, Luis Ernesto Derbez, sobre el asunto.
"Esperamos que progresivamente vayamos restaurando la normalidad que debe prevalecer en las relaciones entre dos países hermanos como México y Venezuela", sostuvo.
Chávez, agrio crítico de las políticas de Washington, al que acusa de querer derrocarlo, señaló el domingo que el gobierno del presidente estadunidense George W. Bush está detrás de las divisiones que se crearon en la Cumbre de las Américas.