Usted está aquí: miércoles 23 de noviembre de 2005 Cultura El autor serbio Goran Petrovic, en México

''La literatura preserva destinos íntimos'', dice a La Jornada

El autor serbio Goran Petrovic, en México

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

Ampliar la imagen Petrovic prefiere hacer met�ras de la realidad FOTO Francisco Olvera Foto: Francisco Olvera

A veces, dice el escritor serbio Goran Petrovic, separar la literatura de la política no es fácil, sobre todo a principios del siglo XXI cuando la segunda siempre se encuentra en primer plano; pero no se debe olvidar nunca que el mundo tiene más de una dimensión.

''En este punto la literatura es una de esas dimensiones que expanden y explican el planeta".

Petrovic, quien se encuentra en el país para presentar su novela La mano de la buena fortuna (Sexto Piso), subraya: ''Veo la literatura como una especie de carta que nosotros como lectores recibimos del pasado. No es pretencioso decir que yo, como lector y al igual que los demás, recibí la carta de Cervantes y, como escritor, trato de enviar una carta a un lector futuro porque, aunque en el mundo contemporáneo aparecen nuevos milagros, estoy convencido de que la literatura va a permanecer".

Conocedor de la literatura hispanoamericana, pues a menudo se asocia su trabajo literario con el realismo mágico, a Goran Petrovic (Kraljevo, 1961) no le interesa hacer una réplica del presente, sino más bien metáforas de la realidad. La copia del presente ''se la dejo a la televisión".

''Creo que el escritor no tiene que ir tras los acontecimientos diarios, aunque no tengo nada contra los que lo hacen. Me gusta decir que aunque hay historia en mis novelas, no son históricas, son antihistóricas, porque la literatura está enfrentada con la historia en el sentido historiográfico", agrega el autor de Atlas descrito por el cielo, publicado también por la editorial independiente Sexto Piso.

''Realmente pienso que nos enteramos de más cosas mediante la literatura que de la historiografía, porque el proceso es inverso; la historiografía siempre se reduce: sigue los eventos históricos, pero cada uno de éstos contiene miles de destinos individuales, históricos, y todos estos miles de destinos se reducen a un par de páginas en un libro de texto, al ocurrir nuevos acontecimientos los antiguos se reducen a media página y luego a una mención y un día desaparecen por completo.''

La literatura ''hace lo contrario: preserva esos destinos íntimos, porque la civilización no está compuesta por los años de los acontecimientos históricos, sino de contar todas esas miles de historias individuales".

Uno de los temas que me interesa como escritor, añade, es la categoría del tiempo, porque me parece que la realidad serbia tiene problemas con él: muchas veces se vivía el pasado o el futuro porque el presente no era muy alegre.

Y hablando del presente, para Petrovic ''es muy difícil ser original a principios del siglo XXI, porque los grandes temas, el amor, el odio, la traición, ya han sido trabajados desde la antigüedad. Ahora sólo nos queda trabajarlos de forma más moderna o, para expresarme con el lenguaje de la química: un escritor contemporáneo sólo hace un nuevo compuesto con esos elementos".

La mano de la buena fortuna se presenta mañana a las 19:30 horas en el Museo Nacional de Antropología (Reforma y Gandhi) y el 2 de dieciembre en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

 
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