CIUDAD PERDIDA
PRD: promover la abstención, la peor estrategia
Zafarrancho mata encuesta
Caprichos y estridencias
HASTA HACE algunos días, la posibilidad de que la candidatura del PRD a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal pudiera dirimirse mediante una encuesta estaba viva, y parecía la mejor opción frente al sobrecalentamiento que ha sufrido el proceso.
EL ACUERDO entre las tribus para que la elección fuera abierta podía, en razón de ese mismo sobrecalentamiento, hacerse a un lado y se propuso, en serio, evitar desgastes innecesarios para buscar, por medio de las empresas especializadas en conteo de opinión pública, al representante perredista a la contienda por la ciudad.
PERO LAS intenciones de llevar la elección interna por ese camino, el de las encuestas, se vino abajo, entre otras cosas por el zafarrancho que protagonizaron los miembros de las tribus enfrentadas y por la utilización que han hecho los chuchos de esa situación para denunciar posibles enfrentamientos en la elección del domingo 4 de diciembre.
ESTA CLARO para todos que los medios ahora amigos de Cuauhtémoc Cárdenas y Jesús Ortega tienen en la mira a Marcelo Ebrard, por que ellos sí consideran al ex jefe de la policía capitalina como el más cercano a Andrés Manuel López Obrador, y por tanto es su enemigo.
COMO DIJERAN algunos perredistas: "se están amarrando el dedo antes de la cortada" porque saben que poco a poco las oportunidades que tenían para ganar en la ciudad se han ido acortando conforme avanza el proceso.
PERO CUIDADO, eso, a fin de cuentas, es lo menos importante. Lo de mayor peso es, sin lugar a dudas, el mensaje que se trata de dar a la ciudadanía.
Se exaltan los problemas dentro del PRD porque la estrategia es, sin lugar a dudas, desmovilizar a los posibles votantes, decirles que en el PRD todo es una porquería y buscar que el desánimo se vaya por encima de las ganas de votar.
Y ESE, el de la abstención, es, para quien sea, el peor de los escenarios. Mucho le ha costado a los habitantes del Distrito Federal mantener en el poder a un partido que busca el beneficio de los desposeídos, sin olvidar que hay otros sectores a quienes se debe atender, pero que tiene como prioridad a los pobres, como ya señalamos, y seguramente ese rumbo no se querrá perder.
¿QUIEN DEBE cargar con la responsabilidad, sin desviaciones oportunistas o acuerdos oscuros? La respuesta la deben dar los propios ciudadanos. Sólo el voto puede parar a quien pretende, sin freno, desalentar el sufragio y desprestigiar el proceso.
POR ELLO es necesario entender que cualquiera que sea el triunfador de la elección del domingo 4 de diciembre, deberá enfrentar a una ciudadanía que ya sabe que sí se puede gobernar con la gente, que sí es posible crear obra sin que se tenga que rescatar a los inversionistas, que siempre ganan, que sí se puede ayudar a los viejos sin quebrar las finanzas gubernamentales y, en fin, que sí es posible tener un gobierno que no rechace a los indígenas, por ejemplo.
ES DECIR, los ciudadanos de la capital ya deben estar preparados para entender que hay quienes no los quieren en las urnas y por ello deben estar bien seguros que el único camino para asegurar que las cosas sigan por buen camino es ejerciendo su derecho al voto.
LOS DESENCUENTROS en el PRD por el Gobierno del DF tienen que ver, desde luego, con los caprichos de Cuauhtémoc Cárdenas o con las estridencias de Armando Quintero, pero seguramente no tendrá que ver con el voto ciudadano.