Declara ante una corte legislador aliado de Bush
Austin, 22 de noviembre. El congresista republicano Tom DeLay se presentó este martes ante una corte de Texas para declarar por acusaciones de conspiración y lavado de dinero, que conllevan el cargo de conspiración para violar la legislación texana sobre financiamiento de campañas electorales.
Los abogados de DeLay argumentaron que en aquel momento no existían leyes que prohibieran canalizar 190 mil dólares en contribuciones de empresas mediante comités de acción políticos a siete legisladores de Texas.
La primera acusación sostiene que DeLay y dos de sus socios políticos convirtieron un aporte de 190 mil dólares de una empresa en donación individual de campaña para eludir limitaciones legales.
"No se cometió delito y no se le acusó de ningún ilícito", subrayó Dick DeGuerin. "Las leyes sobre conspiración no se incluyeron en el código electoral hasta septiembre de 2003", puntualizó.
DeGuerin también argumentó que las acciones a las que se refieren las acusaciones no podían ser consideradas lavado de dinero, ya que la legislación de Texas destaca que tan sólo el dinero en efectivo puede ser lavado, y los cheques no.
"No hay acusación y no habrá ninguna prueba de que hubiera dinero en efectivo involucrado", continuó el abogado.
No obstante, los fiscales siguieron sosteniendo que las acciones de DeLay son un delito. "Algunas veces las leyes se enmiendan sólo para aclarar lo que la legislación ha sido siempre", señaló el asistente del fiscal, Rick Reed.
Poderoso aliado del presidente George W. Bush, DeLay fue obligado a renunciar a su cargo de líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes tras conocerse la primera acusación.
Uno de los más poderosos abogados de Washington, conocido por su influencia a la hora de promover la agenda del presidente en el Congreso y por imponer disciplina en filas republicanas, debió enfrentar varias imputaciones de falta de ética.