Se unen facciones rivales iraquíes para exigir calendario del retiro de Estados Unidos
Ataque rebelde en acto de entrega de palacios de Hussein en Tikrit
En la ceremonia estaban el embajador estadunidense y el comandante de las fuerzas invasoras
Atentado suicida de la resistencia en mercado de la norteña Kirkuk deja al menos 18 muertos
Ampliar la imagen Foto tomada de la televisi�uando dignatarios y personal militar reaccionan ante el ataque insurgente en Tikrit FOTO Ap Foto: Ap
Kirkuk, 22 de noviembre. Al menos 18 personas murieron en un atentado suicida en un mercado de la norteña ciudad chiíta de Kirkuk, y una persona resultó herida al estallar un obús en la también norteña urbe sunita de Tikrit, justo cuando Estados Unidos entregaba ahí los palacios del derrocado Saddam Hussein a las fuerzas iraquíes.
Un obús cayó cerca del lugar donde se realizaba la ceremonia de entrega a Irak de los palacios del ex presidente en el bastión de Hussein, en presencia del embajador de Estados Unidos, Zalmay Khalilzad, y del comandante de las fuerzas estadunidenses en Irak, George Casey.
La ceremonia fue suspendida durante algunos minutos tras la caída del proyectil y sólo se reportó una persona herida.
"Este es un fenómeno existente en el país, estamos acostumbrados a él", indicó Khalilzad a la prensa.
El complejo, construido en la década de los años 90, abarca 136 edificios, cuenta con un lago artificial y estanques con peces y fue ocupado por las tropas estadunidenses poco después de comenzar la invasión de Irak, en marzo de 2003.
El blanco del atentado suicida en Kirkuk fue la plaza de un mercado en el centro de esa localidad, indicó la policía iraquí.
Una pequeña bomba explotó, y cuando la policía se dirigió hacia el lugar el atacante suicida lanzó su vehículo contra la multitud, explotando momentos después, lo que provocó la muerte de 18 personas, entre ellas mujeres y niños al igual que policías.
Fuentes castrenses invasoras reportaron que dos soldados de Estados Unidos fallecieron el lunes por ataques de la resistencia en el centro y oeste del país.
En el plano político, facciones rivales iraquíes se unieron e instaron por un calendario de retirada de las tropas extranjeras lideradas por Estados Unidos, al término de una conferencia sobre reconciliación nacional que tuvo lugar en El Cairo.
Los delegados pidieron "el retiro de las tropas extranjeras bajo un calendario y poner en marcha un programa de reconstrucción de las fuerzas armadas nacionales, el control de las fronteras y sobre seguridad".
A la reunión asistió el presidente iraquí, Jalal Talabani, y representantes de las comunidades sunita, chiíta y kurda.
En Washington, el senador demócrata Joseph Biden presentó un plan para retirar gradualmente las tropas de Estados Unidos de Irak, tres días después de que en la Cámara de Representantes fue rechazada una resolución que causara revuelo al exigir el retiro inmediato.
Biden afirmó que le gustaría que 50 mil soldados abandonaran la nación árabe en 2006 y se realizara un retiro adicional de tropas al año siguiente.
Un calendario de retiro de las tropas de Estados Unidos de Irak es "la cuestión más presente en la cabeza de los ciudadanos estadunidenses", señaló.
Esta nueva propuesta surge luego que el legislador demócrata John Murtha afirmó, la semana pasada, que las tropas de Estados Unidos deben ser retiradas inmediatamente.
Por su parte, los padres del hasta ahora único soldado danés muerto en Irak demandaron al gobierno del primer ministro Anders Fogh Rasmussen por haber violado la Constitución, informaron fuentes jurídicas en Copenhague.
El Comité Constitucional 2003, que preparó la demanda, informó en la capital danesa que los padres del soldado fallecido sostienen en su querella que el gobierno de Rasmussen condujo a Dinamarca a una guerra sin el mandato de Naciones Unidas y, además, no alcanzó la mayoría necesaria en el Parlamento.
A todo esto, el ministro del Interior iraquí, Bayan Bager Sulagh, desmintió haber ordenado actos de tortura contra presuntos rebeldes en un centro de detención secreto de Irak, durante una entrevista publicada este martes en el New York Times.
"Es ridículo. Sólo fueron golpeados unos pocos detenidos y no fue en un búnker secreto", declaró Sulagh.
El ministro reconoció previamente siete casos de tortura en el centro de detención de Bagdad.
Sulagh indicó que los comandos militares de Estados Unidos tenían conocimiento de la existencia del centro de detención donde estaban encarcelados los presuntos insurgentes, a quienes calificó de "peores entre los peores. Pero castigaré a los implicados en estos actos de tortura", añadió el funcionario.