MEXICO SA
Reservas internacionales, muñeca de aparador
Remate de aerolíneas
Las rebanadas del pastel:
EXPRIMIDO, FAMELICO, COMO pudo, cerró el nivel de las reservas internacionales del Banco de México en aquel caótico año de 1994, periodo en el que ese indicador reportó un desplome cercano a 20 mil millones de dólares, muchos de los cuales fueron a parar a manos de especuladores con el tipo de cambio o con Tesobonos, o ya de manera íntima en las de amigos y parientes del gobierno en turno.
DOCE AÑOS DESPUES, el Banco de México divulga una excelente noticia, aunque, como suele acontecer en estos casos, tiene una parte buena y otra mala: la primera, que al 18 de noviembre pasado el monto de las reservas internacionales alcanzó 65 mil 237 millones de dólares (algo así como 10 por ciento del producto interno bruto), un saldo jamás registrado en la historia financiera del país; la segunda, que tras el júbilo que provoca lo anterior, los expertos mexicanos y sus urgencias sociales saben que esa carretada de dinero es igual que una muñeca de aparador: se ve, pero nunca se toca.
ENTRE EL ESPELUZNANTE crack financiero desatado en diciembre de 1994 y el ecuánime 18 de noviembre pasado, la acumulación de reservas internacionales por el Banco de México reporta un crecimiento cercano a mil por ciento, al pasar de 6 mil 148 millones de dólares a los referidos 65 mil 237 millones, entre una fecha y otra.
SIN EMBARGO, ESA bellísima muñeca de aparador no se puede tocar, porque, de hacerlo, se desplomaría la marquesina en la que el gobierno de la República anuncia su "envidiable estabilidad" macroeconómica, la cual, dicho sea de paso, no se sustenta en un aparato económico vigoroso, sino en los miles y miles de millones de dólares que pueden detener algunos vientos peligrosos para su imagen en el exterior, aunque esa alcancía socialmente no sea redituable.
POR EJEMPLO, LOS huracanes Stan y Wilma devastaron amplias zonas de Chiapas y Quintana Roo (que no sólo es Cancún y la Riviera Maya). Entre finales de octubre y principios de noviembre, el siempre cuidadoso presidente Fox advirtió a los damnificados que "de gorra nada", porque no había dinero. Sin embargo, en poco menos de un mes -el transcurrido entre el primer meteoro y el 18 de noviembre pasado-, el Banco de México acumuló casi 3 mil millones de dólares en reservas internacionales, mismos que podrían haber atendido ("de gorra" y de inmediato) las urgencias de chiapanecos y quintanarroenses, reconstruir la áreas dañadas y ofrecer alternativas a la población.
PERO NO, PORQUE "de gorra nada", en un país en el que, con reservas internacionales en un nivel histórico, conviven la "envidiable estabilidad" macroeconómica y más de 50 millones de mexicanos en la pobreza -cifras oficiales-, con un porcentaje creciente de ellos a punto de incorporarse a esas filas, el raquítico crecimiento económico y el incremento sostenido de la deuda social.
LAMENTABLEMENTE, ESA ES la historia no del último mes, sino de dos largos sexenios (el del "bienestar para la familia" y el del "cambio"), durante los cuales el Banco de México ha acumulado casi 60 mil millones de dólares que no se pueden tocar, porque, insisto, se les cae la tienda.
UN POCO DE contexto, con la ayuda del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados: a partir de 1996 y hasta el cierre de 2004 salieron del país 113 mil 194 millones de dólares, de los cuales 80 mil 417 millones fueron ventas del Banco de México al gobierno federal para cubrir los pagos de deuda externa y 15 mil 911 millones en ventas a Pemex, para hacer lo propio.
DEL MONTO RESTANTE, 9 mil 930 millones correspondieron a las ventas a instituciones de crédito mediante el mecanismo de subasta de dólares para reducir la acumulación de reservas en los últimos dos años, y 2 mil 273 millones se utilizaron entre 1996 y 2000 para intervenir directamente en el mercado cambiario para reducir la variación del tipo de cambio de un día a otro, es decir, que si el banco central no hubiera vendido esos dólares en el mercado, los activos internacionales netos hubieran rebasado ya los 76.4 mil millones de dólares. El Banco de México le pagó al FMI casi mil 500 millones por concepto de intereses y gastó 3 mil 207 millones en "operaciones no identificadas".
DE 1996, TRAS la debacle financiera de los "errores" de diciembre, a diciembre de 2004 se acumularon alrededor de 60 mil millones de dólares, resultado de ingresos al Banco de México por casi 178 mil millones, de los que 108 mil corresponden a exportaciones petroleras. A pesar que el máximo de ingresos obtenidos por Pemex en un año fue en 2004 (no se contabiliza 2005) con 21 mil 400 millones de dólares, la paraestatal le vendió más dólares al Banco de México en 2003 (17 mil 400) que en 2004 (16 mil), de donde se deduce que esa paraestatal debe tener su propia cuenta en dólares con un saldo sumamente elevado.
PETROLEOS MEXICANOS RECURRE al Banco de México para comprar dólares y amortizar su propia deuda. En los últimos nueve años, le ha comprado 15 mil 900 millones, por lo que la venta neta de dólares ha sido de 92 mil 100 millones. En dicho periodo, la paraestatal exportó 5 mil 655 millones de barriles de petróleo con un valor cercano a 114 mil millones de dólares, lo que significa que Pemex se quedó con 21 mil 900 millones de billetes verdes, seguramente para enfrentar sus propias obligaciones financieras en moneda extranjera.
DESPUES DEL PETROLEO, el ingreso más importante de dólares ha sido la compra al gobierno federal. Para enfrentar sus obligaciones en el exterior, el gobierno coloca permanentemente bonos en los mercados internacionales y obtiene las divisas que a su vez vende al Banco de México. En los últimos nueve años, el gobierno federal vendió 45 mil 100 millones de dólares, un promedio de casi 5 mil millones anuales. Por su parte, el Banco de México le vendió al gobierno federal 80 mil 400 millones para amortizar su deuda en dólares, lo que representa alrededor de 106 por ciento del saldo (mayo de 2005) del débito externo gubernamental.
¿QUIEN ABARATA LA mercancía a favor de los potenciales compradores de las empresas agrupadas en Cintra (Aeroméxico y Mexicana de Aviación, principalmente)?, porque en una sola sesión -la de ayer en la Bolsa Mexicana de Valores- el precio de sus acciones se desplomó 20 por ciento.