ASTILLERO
Nuevas generaciones
Un empresario ejemplar
¿Pactar la telefonía?
La cuesta de las encuestas
EL GOBIERNO DE los empresarios y para los empresarios castiga a un exitoso negociante que silenciosamente se convirtió, en apenas dos años, en el principal comerciante al por mayor de su ramo. Ricardo García Urquiza debería merecer un premio, según la maravillada crónica hecha el pasado lunes por el Notario General de la República, Daniel Cabeza de Vaca: "una persona preparada, profesionista, que se mueve libremente en el territorio nacional, que vive en zonas de clase media alta y alta; no utiliza coches ostentosos (...) se mueve solo, tiene una formación con cultura de tipo empresarial (...) y eso es lo que lleva a este señor a tomar el liderazgo completo en el cártel de Juárez y ser uno, si no es que el más importante mayorista de la droga en el país". El secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Clemente Vega García, dijo a su vez que "debido al bajo perfil con que se manejó (...) y el nuevo esquema de operación que estableció (...) logró dar un nuevo impulso a las operaciones de su organización delictiva".
"EL DOCTOR" GARCIA Urquiza movía 660 millones de dólares al año con tal sigilo que ni en el mundo lo hacían las oficinas internacionales de combate al narcotráfico, hasta que este lunes fuera sacado de la manga por el notario Cabeza de Vaca y el general Vega como importantísima muestra de la "nueva generación" de empresarios mexicanos de la droga. Este golpe digno de muchas suspicacias favorece, desde luego, al capo puesto por sí mismo en libertad al inicio del sexenio, Joaquín Guzmán, El Chapo, jefe del cártel de Sinaloa, entidad ésta donde, por cierto, un grupo de empresarios y políticos muy relacionados con el ex gobernador Juan S. Millán está en vías de abrir un banco regional que no necesariamente ha de llamarse Ban Coca.
DOS ASPIRANTES PRESIDENCIALES se anotan como generación Chapultepec, acudiendo muy bien portados a firmar el catálogo de generalidades que Carlos Slim pretende imponer como programa político Amigo (¿no podrían incluirse puntos en el pacto oligarca para que la virtual esclavitud telefónica de millones de mexicanos deje de producir fortunas de rango mundial mediante tarifas excesivas y cobros enredados? ¿No estarían sus mercedes telefónicas dispuestas a proponer, como ya se está haciendo en otros países, que el cobro del consumo sea por segundos exactos, y no tramposamente redondeado al minuto; y que tan fácil sea contratar un servicio telefónico o de Internet como desligarse de él? ¿Qué tal que el propio Slim impulsara desde ya la creación de una procuraduría independiente, respetable, efectiva, para la defensa del usuario de servicios telefónicos?).
EL AUSENTE (por lo pronto) del boato chapultepeco es Andrés Manuel López Obrador quien, luego del golpe demoscópico reciente con el que le emparejaron a Felipe CalRefor, pareciera necesitar una nueva generación de ideas, pues hasta ahora la tesis del compló permanente le rinde dividendos decrecientes. Al berrinche con que descalificó al sistema de encuestas en general ha agregado una redición de las teorías conspirativas como remedio presuntamente infalible para toda hinchazón. Al cambio de aire en ciertas encuestas (que antes tanto gusto le producían), López Obrador ha respondido con mala digestión política, disparando de inmediato el arpón sabido de las presuntas confabulaciones (Leonel Cota incluyó las pillerías de El Chacho García Zalvidea, en Quintana Roo, en el menú de la guerra sucia).
ACOSTUMBRADO A LA comodidad de la lectura de encuestas que le colocaban en niveles extraordinarios de popularidad, ahora el lopezobradorismo necesita una gran frialdad, sin megalomanías, para aceptar que Felipe Calderón se ha convertido (o está siendo convertido) en una opción interesante para los opositores a Andrés Manuel que no creen posible que Roberto Madrazo remonte los escándalos recientes, y que a esa especie de voto útil del priísmo o de las clases medias no pejistas habrá de agregarse el sufragio de panistas reactivados luego de la caída del indeseado Santiago Creel. Mantener como visión rectora el espejismo de las plazas públicas muy concurridas al paso de la campaña no permitirá revisar con seriedad el fenómeno de los conflictos internos del perredismo (Ortega y Ebrard, en el Distrito Federal, pero ese sólo es el ejemplo más notable), la deformación oportunista que se vive en ámbitos de las redes ciudadanas y el daño a la esperanza pejista que produce la pepena de personajes muy negativos que salen del PRI o de otras formaciones políticas, para ser recibidos con alfombras de promesas plurinominales sólo porque la lógica dominante del camachismo es la de las alianzas fundadas en escisiones y renuncias.
CUAUHTEMOC CARDENAS hace política con el doctor Simi, quien ayer mismo emitió un comunicado de prensa anunciando que "en una respetuosa reunión, donde se coincidió en la necesidad de fortalecer el pensamiento de la izquierda moderada", el ingeniero michoacano y Víctor González "señalaron que la participación del Poder Ciudadano resultará crucial en los comicios del próximo año". El tal Poder Ciudadano es la versión similar de las empresas políticas de la familia González Torres (el Verde Ecologista, entre ellas), constituido ese "Poder" mediante vergonzosos actos públicos de reparto de regalos a gente pobre, cuyos datos son utilizados para inflar las listas de supuesta membresía del doctoral negocio político. "¿A qué acuerdos llegó con Cuauhtémoc?" -pregunta un hipotético reportero a Víctor González, quien responde -para instaurar una nueva generación: el simicardenismo- que "conversamos de cómo nuestro grupo y sus simpatizantes pueden coincidir en actos conjuntos". Dado que el "crecimiento" del doctor Simi se ha dado a partir de una estrategia de compra de espacios en medios para disfrazar lo que son gacetillas de autoelogios y ocurrencias, los boletines del doctor Simi dicen, al final, en negritas: "importante: este material es informativo, no una orden de inserción". ¡Hasta mañana!
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