El nieto de Chaplin presentará su nuevo espectáculo desde mañana en teatro Pedregal
James Thiérrée monta un circo para adultos en La víspera de los abismos
Ampliar la imagen La pianista toca, durante la escenificaci�n Nueva York, mientras fluye una realidad paralela sin sentido ni contradicc�
Nueva York. La víspera de los abismos despega en medio de una tormenta fantástica. James Thiérrée, director, escritor y actor principal, aparece montado sobre dos escaleras de jardinería, luchando contra poderosas máquinas de viento. Con la destreza que sólo tiene un niño que creció en el circo, Thiérrée juega con los objetos cotidianos para crear un espacio en que se mueve con la elegancia y carisma de su abuelo, Charles Chaplin, estrella del cine mudo.
En el teatro de la Academia de Música de Brooklyn, La víspera de los abismos fue recibida con ovaciones en tres funciones en que se agotaron los boletos. En México se podrá participar de este circo del 23 de noviembre al 4 de diciembre en el teatro Pedregal. Creada en 2003, es la segunda obra de su companía de teatro, La Compagnie du Hanneton, que estuvo de gira con The junebug symphony de 1998 a 2002.
Con una contorsionista, un bailarín, una vocalista y un capoerista, Thiérrée monta un circo para adultos. El escenario es un barco desecho, donde convive con esos seres extraordinarios, flotando entre muebles viejos y basura mágica. Con piruetas, besos y tropiezos, los actores satisfacen ese deseo de hacer cosas que no podemos realizar, las tentaciones de la vida diaria. Escalan el portón de hierro que todos quisiéramos brincar. Se clavan como delfines a un sillón, que come a la gente. Una mujer se dobla y se mete en una maleta. Un pianista toca balanceándose en una mecedora, sólo alcanzando la mitad de las notas del teclado. Toda esa realidad paralela fluye sin sentido ni contradicción, envolviendo a todos en un sueño.
En las rutinas surreales de vodevil, que componen La víspera de los abismos, Thiérrée imita gestos modernos con la ternura del humor físico que inventó su abuelo. Es el héroe romántico al que dan una bofetada por dar un beso. Tiene piernas de sapo y brazos de hule, ojos expresivos y una cara angular que no deja olvidar su linaje.
Thiérrée ha estado en el escenario desde que tenía cuatro años y sustituía al conejo en los shows de magia de sus padres, Jean Baptiste Thiérrée y Victoria Chaplin, pioneros de Le Nouveau Cirque. De 1978 a 1994 estuvo de gira con la producción de la familia Le Cirque Invisible. A los 15 trabajó con el director Peter Greenaway, interpretando el papel de Ariel en la película El libro de Próspero (1989).