El sistema financiero no influye en la mayoría de los habitantes del área: BID
Bancos latinoamericanos, tras la oportunidad de oro de las remesas
Constituyen una nueva palanca para la expansión del negocio financiero regional, dice Felaban
Mexicanos en EU, la mayor diáspora de un país en desarrollo que vive en nación desarrollada
Miami, 21 de noviembre. Las remesas de los migrantes están en la mira de los bancos. El sistema financiero en América Latina ''ha sido irrelevante'' para la mayoría de las personas, aseguró aquí Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La región, estimó, recibirá en 2005 remesas al menos por 55 mil millones de dólares, poco menos de una tercera parte de las que captará el mundo en desarrollo. Es un volumen de recursos que supera los montos de inversión extranjera y asistencia oficial al desarrollo que ingresan a la zona y que ahora ha sido colocado por las instituciones de crédito como su nueva palanca de expansión del negocio.
El universo de mexicanos que han cruzado la frontera norte constituye la mayor diáspora de nativos de un país en desarrollo que viven en una nación desarrollada, según el Banco Mundial. El organismo dice que 10 millones de ciudadanos mexicanos integran una diáspora en Estados Unidos que con creces supera a la segunda: la de los filipinos, con 2 millones, o de indios, con 1.8 millones.
El creciente flujo de trabajadores hacia los países desarrollados y la consiguiente riqueza que generan con el dinero que mandan a sus familiares son un nuevo objeto del deseo de los sistemas financieros. Y así ha quedado de manifiesto en la asamblea anual de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), que realiza en esta ciudad su cita anual.
La movilización de remesas desde Estados Unidos hacia los países latinoamericanos y el uso más intensivo de microcréditos para impulsar pequeños negocios fueron identificadas por Juan Antonio Nino, presidente de la Felaban, como dos áreas que brindan ''una oportunidad de oro'' para la expansión del negocio del sistema financiero regional, que tiene cada vez mayor penetración de capital europeo y estadunidense.
La región, la mayor receptora del mundo
El tema fue tocado también por Luis Alberto Moreno, el recién elegido presidente del BID. ''La verdad pura y simple es que los sistemas financieros en los países de América Latina y el Caribe no influyen en forma significativa en la vida de la mayoría de los habitantes de la región'', expuso. La escasa intermediación, dijo, se refleja en mercados financieros poco aptos, fenómeno que impone un dique al crecimiento económico de amplia base ''y contribuye a perpetuar la desigualdad en toda la región.
''Supongamos que la economía de la región es como una pirámide cuya base está compuesta por 70 por ciento de su población adulta y 90 por ciento de sus empresas. Históricamente, el sistema financiero de la región ha centrado su interés casi exclusivamente en el vértice de la pirámide, creyendo que atender a los otros implica un riesgo. Esta tendencia ha provocado que siete de cada 10 personas y nueve de cada 10 empresas carezcan de acceso a instituciones financieras''.
La situación puede cambiar a partir de las remesas de los trabajadores migrantes. Según Luis Alberto Moreno, en 2005 las remesas hacia América Latina y el Caribe alcanzarán 55 mil millones de dólares, 20 por ciento más que el año previo, que convertirán a la región en la mayor receptora de remesas en el mundo. Ese monto, dijo, excede la inversión extranjera directa y la ayuda oficial al desarrollo que ingresará en el mismo periodo.
Según el Banco Mundial, el monto de las remesas a los países en desarrollo será en 2005 de 167 mil millones de dólares. Así, Latinoamérica y el Caribe captarán una tercera parte (32.9 por ciento) del total mundial. Y México, con 20 mil millones de dólares estimados por el Banco de México, será receptor de 12 por ciento de las remesas a escala mundial y de 36 por ciento de las recibidas por América Latina.
El mayor receptor de remesas en el mundo es India, con 28 mil millones de dólares esperados en 2005.
Luis Alberto Moreno expuso en su discurso ante la asamblea de la Felaban -organización de corte conservador que representa los intereses de los bancos privados de la región- que actualmente 25 millones de latinoamericanos adultos viven fuera de su país de origen. Aproximadamente 65 por ciento de ellos, añadió, envían a sus familias dinero en montos que van de 100 a 300 dólares en promedio por remesa. Ello representa 200 millones de transacciones que, dijo, son un potencial para el desarrollo del sistema financiero. Sólo uno de cada 10 receptores de remesas en la región tiene cuenta bancaria.
''Como sucede con el microfinanciamiento, los bancos han dejado el negocio de las remesas a otros intermediarios'', apuntó el presidente del BID.
''Estamos empezando a descubrir a las mayorías de América Latina'', comentó por su parte Juan Antonio Nino, presidente de la Felaban, al hablar del interés de los bancos privados de la región por aumentar su participación en el mercado de remesas. ''Conocemos casos exitosos en América Latina donde las remesas familiares recurrentes han sido canalizadas a través de la banca para actividades productivas y servido de base para créditos a la educación y vivienda'', añadió.