Reivindica los valores religiosos como base de un "humanismo integral y solidario"
Fox llama a emprender "ofensiva de espiritualidad" contra la injusticia
En los actuales tiempos de terrorismo, violencia, injusticia y pobreza, "necesitamos una poderosa ofensiva de espiritualidad", sostuvo un conmovido Vicente Fox al inaugurar el Seminario Continental para América de la Iglesia Católica, y aunque se refirió a la laicidad del Estado mexicano, agradeció los esfuerzos colectivos e individuales de las iglesias en favor de la justicia y de la realización plena de las personas. Y selló su discurso con un "que Dios los bendiga".
En la ceremonia se leyó un mensaje enviado por el papa Benedicto XVI, leído por el nuncio apostólico, Giuseppe Bertello. El pontífice pide a los "fieles laicos" que viven y actúan donde se organiza la vida social y se toman las decisiones, proveerse de una sólida formación para discernir "por encima de intereses particulares o propuestas oportunistas" aquello que mejora la integridad del ser humano.
El presidente Fox inauguró ayer el seminario en el cual se presentó el Compendio de la doctrina social de la Iglesia, en un hecho poco frecuente, pues si bien el jefe del Ejecutivo es católico practicante, no es común que encabece ceremonias organizadas por algún culto religioso.
Así, tras destacar el carácter pluricultural y democrático del país, aseguró que aquí "las religiones conviven en respeto y armonía", y las personas son libres de practicar sus credos. La separación entre el Estado y las iglesias, añadió, "ha hecho de México una nación abierta y tolerante, respetuosa, donde caben todas las creencias religiosas''.
Ello confiere, además, el fundamento y sustento de "la enorme riqueza y diversidad espiritual" en el país y es el marco para permitir e impulsar un diálogo abierto entre las diversas iglesias y comunidades religiosas.
Puso el acento también en el "compromiso social de las iglesias, su labor de apoyo social y de solidaridad". Habló entonces del amor al prójimo, de la lucha en favor de la justicia y la equidad social que ha caracterizado al catolicismo, valores que son la base más firme "para alcanzar un humanismo integral y solidario".
Invitó a todos, "religiosos, mujeres, hombres y jóvenes de buena voluntad", a que continúen brindando el apoyo moral y promuevan la ética y el sentido de solidaridad que tanto requiere la sociedad.
Las iglesias ecuménicas y su doctrina, aseguró Fox, son el gran aliado para ganar la batalla por una "intensísima" promoción de los valores universales y centrar "nuestra atención en la persona, en su dignidad, en el bien común".
El cardenal Nicolás de Jesús López, arzobispo primado de América, presentó el compendio como un corpus doctrinal alimentado por sucesivas contribuciones del magisterio episcopal y un "patrimonio formidable" que además representa una "tremenda obligación" con el continente.
Manifestó que ante el "fracaso" de ideologías que se han demostrado "ineptas para la solución de los problemas", aparecen otras ofertas y, en ese sentido, el compendio ofrece una perspectiva estimulante y esperanzadora en un continente "plagado de grandes problemas (...) conflictividad, violencia, en fin, todo eso que estamos viviendo a diario''.
Norberto Rivera, arzobispo primado de México, planteó que la Iglesia se siente íntima y realmente solidaria con el género humano y su historia, y advirtió que la doctrina social católica ha de estar siempre referida a realidades sociales concretas.
Así, mientras el presidente Fox defendía su otro credo, la democracia, como un sistema de vida más que una estructura jurídica o un régimen político, José Ignacio Mariscal Torroella, presidente del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana, decía que los bautizados no pueden permanecer como espectadores indiferentes cuando tantas personas padecen injusticias, pobreza, desempleo o violación de sus derechos humanos, "por actitudes, conductas y estructuras que hacen de la persona un objeto desechable o un ser para el consumo, la producción y el placer constante".