Ojarasca 103 noviembre 2005
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Montañas Jimena Camacho Las montañas y las mujeres
sonríen acostadas de medio lado,
llevan muertos en su alma,
esperan a la lluvia y a la luna para florecer
mientras los hombres
echan raíz en las curvas cóncavas y convexas,
hurgan en sus cuevas.
Las hay también de espaldas o boca abajo,
a veces doblan sus piernas y el sol acaricia sus rodillas.
Hay montañas mujer de nieve
mujeres de fuego
mujeres resucitadas por una vieja pasión
en las entrañas de la Tierra.
Hay montañas labios que ríen
y de sus comisuras despegan las aves,
montañas ojo
montañas senos
montañas hombro
montañas vagina,
montañas de brazos infinitos
que se extienden por todo el horizonte.
Las montañas esconden hombres
que llevan en su cuerpo como árboles,
hombres muertos
de sed
de hastío
hombres hambrientos
hombres cargadores de semilla.
Las montañas se renuevan con el sol
y los caminos les surcan la piel
como venas verdes donde navegan
piratas de la carretera y el desierto. |
