Medios argentinos hablan de que se pactará la construcción de un megagasoducto
Kirchner, en Venezuela para apurar el ingreso al Mercosur
Buenos Aires, 20 de noviembre. El presidente argentino, Néstor Kirchner viajó para reunirse con su par venezolano Hugo Chávez con el propósito de sentar las bases y acelerar el ingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur).
El viaje se produce en medio de una fuerte escalada del gobierno de Estados Unidos sobre Chávez, y de la deteriorada relación de ese país con México, por los enfrentamientos con el mandatario mexicano Vicente Fox, quien tuvo también desavenencias con Kirchner durante la pasada Cumbre de las Américas.
Medios locales hablan de la posible construcción de un gigantesco gasoducto y otros proyectos comerciales y de cooperación de gran envergadura.
Esto está en los preparativos de la cumbre regional programada para el próximo 9 de diciembre en Montevideo, Uruguay, además de algunas diferencias y temas arancelarios para que Venezuela pueda ser miembro pleno del Mercosur, lo que ya ha sido aprobado, pero faltan varios trámites.
Hace tiempo Argentina fue socorrida por Venezuela ante una crisis energética que se proyectaba sobre el país y también por Bolivia. De allí vino el intercambio en condiciones de una integración absolutamente distinta y creativa, por medio del cual Argentina pudo colocar bienes y productos agrícolas y ganaderos en Venezuela a cambio de productos petroleros.
Quizá lo más significativo hoy es la acción de Kirchner, que se ve también como un apoyo definido a Chávez, quien está bajo ataques diversos y especialmente enfrentado al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, sobre quien tuvo duros calificativos, tras una nueva escalada de éste y sus funcionarios sobre Venezuela.
El subsecretario de Estado de Asuntos Latinoamericanos, Thomas Shannon, manifestó que le "preocupa la democracia venezolana", y se sabe que recientemente hubo reuniones de jefes militares de países fronterizos con Venezuela y enviados estadunidenses, y no se invitó al país cuestionado. Según analistas, el acercamiento de Kirchner y Chávez podría no agradar o preocupar a Washington aún más.