Millones de botellas del "Beaujolais nuevo", listas para descorcharse
Lyon, Francia, 16 de noviembre. Decenas de millones de botellas del nuevo Beaujolais serán descorchadas el jueves en todo el mundo, desde el país donde se elabora este vino, Francia, hasta Japón y Estados Unidos. A partir de un vino modesto producido en las viñas del valle del Saona, este de Francia, las negociaciones han logrado crear una especie de tradición planetaria alrededor del "Beaujolais nuevo".
Gracias a la mercadotecnia, la nueva cosecha de este vino es degustada cada tercer jueves de noviembre en todo el mundo. Desde el pasado 7 de noviembre, cargamentos enteros salen del aeropuerto de Lyon para que la venta pueda comenzar el miércoles a medianoche, hora local (23 GMT).
La diferencia horaria otorga a los japoneses el privilegio de ser los primeros en saborear el nuevo vino, seguidos de China, Europa y Estados Unidos. Este año el aeropuerto de Lyon (este) Saint-Exupery fue dotado de una infraestructura permanente de más de 24 mil m2, especialmente concebida para el Beaujolais, además de que se movilizaron 800 camiones y 12 aviones.
Por primera vez se han organizado actos y animaciones en diversos lugares del mundo como Pekín y Shanghai, particularmente en los hipermercados de la compañía francesa Carrefour creados en China.
"China es un importante mercado por explotar, al igual que India, donde la clase media se desarrolla y aprecia los productos franceses", subraya el presidente de Inter-Beaujolais, Michel Bosse-Platiere.
Sin embargo, la llegada de la nueva cosecha parece no ser tan esperada en otros mercados, como Alemania y Estados Unidos, donde la calidad de la añada no será suficiente para impulsar las ventas. "Todo el mundo lo llama 'Viejo Beaujolais': no hay nada nuevo", asegura Joe Dressner, importador neoyorquino de vino que deplora los gastos de transporte por avión, ya que generan un precio "prohibitivo" para los consumidores medios.
En 2004-2005, de los 600 mil hectolitros de Beaujolais producidos sólo 400 mil fueron comercializados, lo que significa que millones de botellas tuvieron que ser destiladas para convertirlas en vinagre o en alcohol industrial. Este descenso en el consumo se ha visto reflejado en los precios. Este año el hectolitro de Beaujolais se ha establecido en 146 euros (170 dólares), contra 160 y 170 en 2004.
Afp