Sindicatos y partidos de izquierda franceses exigen programas de desarrollo social
Protestas en París contra prolongación por tres meses del estado de emergencia
Ampliar la imagen Una estudiante francesa se manifiesta en Par�contra el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, y la prolongaci�el estado de excepci�OTO Ap Foto: Ap
París, 16 de noviembre. Unas mil personas protestaron hoy en esta capital contra la prolongación por tres meses del estado de emergencia en todo el país, medida con la que el gobierno conservador de Francia trata de detener los amotinamientos que este jueves cumplen tres semanas continuas.
Poco antes de que el Senado iniciara la sesión para aprobar la legislación, miembros de grupos antirracistas, sindicatos y partidos de izquierda acudieron a la Plaza Saint Michel, en el céntrico Barrio Latino de París, para rechazar el régimen de excepción y por el impulso a programas "urgentes" de desarrollo social.
Los manifestantes acudieron al llamado de la Liga de los Derechos del Hombre, el Movimiento contra el Racismo y la Amistad de los Pueblos, la Asociación por la Imposición de Transacciones para la Ayuda de los Ciudadanos de Francia, el Partido Comunista Francés, los Verdes, la Unión Nacional de Estudiantes de Francia y la Federación Sindical Unitaria.
Con pancartas que señalaban "¡todos somos escoria!", "¡no al estado de emergencia!", los activistas marcharon por calles del centro de la ciudad hasta el Palacio de Luxemburgo, donde exigieron la renuncia del ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, quien el 28 de octubre dijo que los causantes de los primeros motines son la "escoria" de las zonas suburbanas de Francia.
Esta es la segunda protesta contra el estado de emergencia. La primera fue el sábado, a pesar de que la policía prohibió ese día las concentraciones masivas.
Pese a las protestas, el Senado aprobó en la noche la prolongación por tres meses del estado de emergencia y completó el trámite iniciado el martes en la Cámara baja.
En la noche del martes al miércoles, un policía resultó herido en una pequeña localidad del centro de Francia, cuando intentó impedir que jóvenes lanzaran botellas con ácido en las calles, con lo cual ascendió a 126 el número de agentes de seguridad heridos durante la "crisis de los suburbios", que llegó a 20 noches consecutivas, con una semana en estado de emergencia.
Según la policía nacional, el enfrentamiento en Pont-Eveque fue uno de los mayores incidentes ocurridos en la noche del martes al miércoles, cuando un total de 163 vehículos fueron incendiados y 51 personas resultaron detenidas en todo el país.
El saldo, de acuerdo con las autoridades policiales, confirma una reducción de los amotinamientos nocturnos que comenzaron el 27 de octubre en un suburbio del noreste de París.
En casi tres semanas de revuelta urbana, 8 mil 973 vehículos han sido quemados en todo el territorio francés, 2 mil 888 personas fueron detenidas y 590 -107 menores incluidos- fueron sentenciadas a prisión por periodos de un año, aproximadamente.
Sólo en un caso un tribunal de Arras, norte de Francia, ha emitido una condena de cuatro años contra un joven de 20 años que incendió un almacén de alfombras.
El martes, una iglesia católica fue incendiada en un suburbio de la población de Romans-sur-Isère, cerca de Lyon, en la región central del país, lo que constituyó el quinto atentado contra un templo religioso en las tres últimas semanas. Los otros son dos templos católicos y dos mezquitas.
Mientras, una nueva interpretación de las causas de la "crisis de los suburbios" propició una polémica en el país.
El periódico británico The Financial Times publicó declaraciones del ministro de Trabajo francés, Gerard Larcher, quien dijo que las grandes familias polígamas llevaban a veces a un comportamiento "antisocial" por parte de jóvenes que carecían de una figura paterna y hacían que los empleadores fueran reacios a contratarlos.
Bernard Accoyer, líder de la Unión por un Movimiento Popular en la Asamblea Nacional, dijo a una emisora local que los niños de grandes familias polígamas tenían problemas de integración en la sociedad.
Políticos de izquierda y dirigentes de organizaciones antirracistas, de acuerdo con el diario inglés The Independent, expresaron su indignación por esas afirmaciones y señalaron que esa es una visión racista y prejuiciosa de los disturbios.