Usted está aquí: jueves 17 de noviembre de 2005 Política Los otros videos

Martí Batres Guadarrama

Los otros videos

El lunes 13 de mayo de 2002, en la sección Ciudad del periódico Reforma, Carlos Ahumada declaró lo siguiente: "me da mucha risa lo que diga el PAN, porque también apoyé al diputado panista por este distrito, por una cantidad que debe haber sido mayor..." De acuerdo con la entrevista concedida a Héctor Zamarrón y Carlos Almazán, Ahumada aseguró que su empresa "ha trabajado lo mismo para gobiernos priístas que panistas". Y enfatizó: "los contratos más importantes que hemos tenido no fueron durante los gobiernos perredistas: fueron en la delegación Alvaro Obregón con cinco delegados priístas".

Si esa entrevista se realizó en las oficinas del Grupo Quart, el diputado al que se refiere Carlos Ahumada es Miguel Angel Toscano. Si la entrevista se realizó en las oficinas del Reforma, el diputado al que se refiere es Federico Döring.

Independientemente de a quién se refiera, el propio Ahumada señaló con absoluta claridad que ha realizado aportaciones a otros dirigentes de otros partidos políticos. Eso quiere decir que esos dirigentes de otros partidos políticos distintos al PRD se encuentran con seguridad en la minuciosa y extensa videoteca de Carlos Ahumada.

Lo que llama la atención es que esos videos no han salido a la luz pública. Alguien los tiene, los controla y los administra de manera totalmente precisa. Si esos videos contienen hechos ilícitos que la autoridad debe conocer, quien los tiene está cometiendo un delito al mantenerlos bajo su poder y resguardo, pues es sabido que quien conoce de un hecho delictivo y no lo denuncia con esa omisión incurre en un delito.

Está claro que el control de los videos y la administración de su difusión en el tiempo tienen el objetivo de golpear al PRD. Quien los tiene y los da a conocer en momentos políticos determinados no busca denunciar hechos de corrupción, sino dañar a una fuerza política. Pero también el control de los videos significa que hay un mecanismo de protección para determinado número de dirigentes políticos que aparecen en ellos, pero cuyo conocimiento no conviene políticamente a quien los tiene.

La difusión paulatina, selectiva, gradual y editada de los videos es una grotesca pantomima. Ni es transparencia ni es investigación periodística ni es denuncia abierta. Esos videos se están usando en estos momentos para enviar un mensaje a diversos actores de la vida política: "no apoyes a Andrés Manuel, no te alíes a él o te saco tu video". Es probable que como derivación de los acuerdos entre Carlos Ahumada y los personajes del complot, estos videos puedan estar en manos de Carlos Salinas, Diego Fernández de Cevallos o un personaje de ese tipo.

Si se trata de hacer justicia, si se trata de transparentar un penoso episodio de la relación entre los empresarios y el poder, si se trata de que estos hechos no vuelvan a repetirse, todos los videos, de todos los personajes, de todos los partidos políticos y otra clase de personajes del poder deberían entregarse a la autoridad correspondiente para saber la verdad completa, para ubicar responsabilidades, si es que las hay, y para que se haga justicia. Faltan muchos videos para terminar de construir esta historia; entre otros falta un video central: las 40 horas de Ahumada en La Habana.

Cada vez que sale un video de Ahumada tenemos una cortina de humo. La difusión de esos videos en nuestros días resulta un tanto más grotesca y ofensiva para la inteligencia de la gente. Que se sepa a qué políticos apoyó Ahumada económicamente es muy importante, pero más urgente en estos días es conocer quién financió las campañas de Enrique Peña Nieto, de los precandidatos del Tucom, de Roberto Madrazo, de los panistas Santiago Creel, Felipe Calderón y Alberto Cárdenas, y de otros personajes que aparecen o han aparecido en la televisión en los meses recientes como Demetrio Sodi, Beatriz Paredes y otros. Alguien ha puesto ese dinero, no ha salido de los bolsillos de ninguno de esos personajes porque sus ingresos personales no alcanzarían ni para medio espot televisivo.

¿Quiénes son los nuevos Ahumadas que han financiado las más costosas precampañas en la historia de México, las precampañas de 2005? ¿Qué pidieron a cambio? ¿Lo sabremos? ¿Acaso los mismos intereses que se empeñan en difundir videos de Ahumada que dañen al perredismo son también los que ocultan el origen de los fondos de las monumentales precampañas del PRI y del PAN? Sólo pido una cosa: que saquen también los otros videos.

 
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