Alerta sobre seudolíderes que usan logo de la central obrera
El único viejo en la CTM soy yo, asegura Gamboa
Por el fracaso foxista, este país es de "pobres sin trabajo"
La Confederación de Trabajadores de México (CTM) no está anquilosada ni es una organización de viejitos, como algunos la ven, por el contrario, ha cerrado filas y está muy viva. "Aquí, el único viejo soy yo", señaló el dirigente del organismo, Joaquín Gamboa Pascoe. Reconoció que las centrales obreras han perdido poder político frente al gobierno, "pero no ante los trabajadores", y denunció que se han multiplicado los seudolíderes, que con antifaz y gafete utilizan el logotipo de la CTM para robar.
Culpó al "fracaso de este gobierno" que México "sea un país de trabajadores pobres y de pobres sin trabajo", por lo que parece imparable el desempleo, el subempleo, el changarrismo, el cierre de empresas o el cambio de giro de éstas, así como la tendencia a reducir los días laborales en las industrias para evitar recortes pero, sobre todo, es incontenible el descontento social y nacional.
En entrevista con La Jornada, Gamboa Pascoe criticó que los sindicatos blancos salen "más caros" para las empresas que los que no lo son, y dijo que ojalá fuera realidad el mito del corporativismo, porque nadie puede obligar a 5 millones de trabajadores de una central obrera a votar por un partido.
Es un "cuento" el voto corporativo o que se pueda obligar a aplaudir o abuchear a un funcionario o un gobierno; los trabajadores piensan y reaccionan por lo que pasa en sus bolsillos, por las carencias, dijo. Aseguró que también es un mito que no existe la democracia sindical, porque no se puede engañar todo el tiempo a los obreros.
Gamboa Pascoe dijo que su dirigencia se abocará a buscar políticamente "que podamos estar gobernados por un partido que tenga una línea más concurrente con los propósitos de los trabajadores. Estamos, dijo, ante un país revuelto, donde el sector laboral es el más afectado, pero en este gobierno no sólo resultaron damnificados los trabajadores, sino también los sindicatos, a los que no se ha dejado participar políticamente, se les ha reducido el número de senadurías y diputados, en contraste cuando el sector llegó a tener gobernadores emanados de sus organizaciones.
Refirió que a las centrales obreras les interesa participar en política para que sean tomados en cuenta y se encaucen las necesidades de los trabajadores. Dijo que para que la política "sea buena, tiene que reflejarse en los bolsillos, porque si el gobierno hace una estupenda conducción macroeconómica, pero ésta no favorece a las mayorías, como es el caso actual, pues está perdido".
Los salarios que reciben los trabajadores en este momento son históricamente los más bajos, y también los incrementos más castigados, pero lo más grave es que "nos explican que eso es lo mejor", lo que es irracional, y también querían atacar las prestaciones, pero no vamos a dejarnos, advirtió.
El dirigente de la CTM expuso que este gobierno no sólo ha ido en contra del sector laboral, sino de todos. "Puedo preguntar a empleados, obreros, empresarios y comerciante si están bien, si están mejor que en otros sexenios o creen que están en una mayor crisis. A todos nos ha ido peor. Es un problema nacional", aseguró.
Y no es un fenómeno político, sino que es una "política de bolsillo", planteó.
La administración foxista no ha gobernado bien, no ha realizado metas económicas, pero lo peor, afirmó, es que no ha cumplido con metas de satisfacción social. Pero un mal gobierno no es sólo el Presidente, sino todo su equipo, y "éste es el gobierno de la insatisfacción y el fracaso".
De los retos de la CTM, dijo que son el fortalecer sus cuadros, echar abajo el mito de que es "un asilo", defender su posición política, mejorar sus finanzas y defender los contratos colectivos, entre otros. Reconoció que a la par de ello hay algunos otros problemas, como la proliferación de algunos seudolíderes obreros que utilizan el logotipo de la la confederación para chantajear con emplazamientos a huelga y robar.