Fracasaron estrepitosamente los países que quisieron imponer el ALCA, afirma

El gobierno foxista es "aliado del imperio", arremete de nuevo Chávez

Reacciona ante ataques del Presidente mexicano contra adversarios del libre comercio

JOSETXO ZALDUA ENVIADO

Caracas, 16 de noviembre. La hoguera mexicano-venezolana sigue atizándose desde ambas partes: si el martes el presidente Vicente Fox, en gira por Coahuila, fustigaba a los enemigos de la integración comercial en América Latina, en clara referencia a su par venezolano, Hugo Chávez, éste no demoró en reaccionar.

A medianoche del mismo día, en un programa llamado La Hojilla, que se transmite por la oficial Venezolana de Televisión (VTV), el gobernante sudamericano decidió contrariar los augurios y siguió hablando de su particular relación con el presidente Fox, al afirmar -otra vez- que el gobierno foxista es "el aliado del imperio".

La declaración de Chávez, por aquello de la hora y del programa elegido (de un humor cuando menos discutible), agarró al mundo político local fuera de base. Y lo dijo por teléfono, desde, se supone, su residencia del Palacio de Miraflores. Y no dijo nada más sobre su choque con el presidente Fox.

Aprovechó de todos modos su espontánea llamada telefónica para anunciar que el próximo domingo llegará a Caracas su homólogo argentino, Néstor Kirchner, quien estará casi tres días en el país, y también para decir que los países que en la cumbre de Mar del Plata quisieron imponer el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) fracasaron estrepitosamente.

No se detuvo ahí. Para Chávez en la región existe ya un antes y un después de la cumbre. Y, de su intervención en la misma, dijo que "levantó la moral de los pueblos". En este después de Mar del Plata, para el presidente venezolano hay un fortalecimiento de "la idea del sur".

El arribo del mandatario argentino a Caracas, que se interpreta en círculos oficialistas y diplomáticos extranjeros como una suerte de respaldo argentino a Chávez, coincidirá con la celebración de una manifestación que apenas fue convocada este miércoles por las fuerzas políticas y sociales afines al presidente venezolano. Será como un desagravio para éste. Tendrá lugar el domingo y culminará con un discurso del mandatario.

La bronca entre los gobiernos de México y Venezuela hizo que este miércoles el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, declarara que, a menos que ambos países lo soliciten, el organismo se mantendrá al margen del asunto.

"Cualquiera que sea el tema -comercio, seguridad, democracia, relaciones bilaterales, de lo que sea-, nosotros no nos vamos a involucrar en temas bilaterales", dijo el titular de la OEA.

Del "cachorro del imperio" al "no se meta conmigo que sale espinao", comenzando, cierto es, por los ataques del presidente Fox a su par Chávez en Mar del Plata ("dudo que el presidente Chávez represente a todos los venezolanos"), sin olvidar la postura oficial de México cuando el fallido golpe de Estado contra el mandatario venezolano en abril de 2002 (en los dichos se daba por buena la asonada), las relaciones entre ambos países han tomado un derrotero difícilmente comprensible para las mayorías.

Algunos analistas locales consideran que la apuesta de Chávez es tensionar a sus bases de apoyo de cara a las elecciones legislativas del próximo 4 de diciembre, en las que su objetivo es terminar de arrasar a la oposición.

Consideran que, en el contexto de esa apuesta, se tiene en cuenta que al presidente Fox le quedan pocos meses al frente del gobierno mexicano. Según esto, como en lo comercial nada se pierde con el enfriamiento de las relaciones diplomáticas (las principales empresas mexicanas en Venezuela son Cemex, Bimbo y Maseca), vale la pena ponerse de mala cara ahora, esperar unos meses y retornar a la normalidad con el nuevo gobierno, siempre que no sea de Acción Nacional.