Sólo han solicitado estudio de impacto ambiental para 195.6 hectáreas no protegidas
Cementeras construyen planta en 243 hectáreas de reserva natural en Puebla
Ejidatarios denuncian daños a sus cultivos; Cruz Azul se niega a pagarles $1.5 millones
Ampliar la imagen Campesinos del ejido Palmar de Bravo denunciaron afrectaciones a 78 hect�as de sembrad� FOTO Jos�asta�s Foto: Jos�asta�s
Puebla, Pue., 13 de noviembre. Las empresas Cruz Azul y Polysius -filial de la transnacional alemana ThyssenKrupp- comenzaron la construcción de una planta productora de cemento en 575 hectáreas de la región de Palmar de Bravo, de las cuales poco menos de la mitad se encuentran en la reserva de la biosfera Tehuacán-Cuicatlán.
La construcción de la planta no tuvo buen comienzo. Ejidatarios de San José Tuzapa, Palmarito Tochapan, de la colonia Adolfo López Mateos, La Noria y Manjarez denunciaron que las obras les provocaron pérdidas en más de 78 hectáreas de cultivos de lechuga, coles, betabel, cebollín y zanahoria, debido a polvaredas. Cruz Azul se niega a pagar los daños, que ascienden a 1.5 millones de pesos
Cristino Mauricio Rosas Morales, comisario ejidal de San José Tuzuapa, denunció que ni el gobierno municipal de Quecholac -al que pertenece el ejido- ni el gobierno del estado se han hecho responsables de pagar las indemnizaciones.
Es más, según Mauricio Rosas, funcionarios de la Secretaría de Gobernación poblana y de la Secretaría de Desarrollo Rural estatal han actuado como "empleados" de la cementera, debido a que, en lugar de ayudarlos a exigir un pago justo por la destrucción de sus cosechas, cada vez que se acercan a pedirles apoyo les responden que la empresa tiene mucho dinero, "pero no para gastarlo en campesinos".
De su lado, ejidatarios de Tecamachalco propinaron un revés a Cruz Azul y Polysius, al repudiar un "convenio discrecional" signado por el comisario Pedro Torres Rodríguez para permitir la instalación de torres de alta tensión en los terrenos del núcleo ejidal, que permitirían suministrar energía a la cementera. Las torres, explicó el ejidatario Guillermo García Campos, afectarían un tramo de 45 metros de ancho en 42 hectáreas.
Las obras
La planta de Cruz Azul en Palmar de Bravo, especializada en la fabricación de cemento sin pulverizar, se comenzó a construir a finales de 2004. Costará 300 millones de dólares y se espera que tenga una producción diaria de 3 mil toneladas, según reportes de ABB.
El delegado estatal de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), José Antonio Díaz García, sostuvo que Cruz Azul, mediante Cementos y Construcciones Nacionales de Oriente, adquirió 575 hectáreas en la región de Palmar de Bravo, de las cuales 243.8 hectáreas se encuentran en la reserva de la biosfera Tehuacán-Cuicatlán.
Añadió que la empresa sólo ha solicitado autorización de un estudio de impacto ambiental para 195.6 hectáreas, que están fuera del área protegida. En ese perímetro hay un yacimiento mineral de 44.3 hectáreas que la cementera pretende explotar durante los próximos 10 años.
Díaz García explicó que el Bufete Jurídico e Ingeniería Básica fue el responsable de adquirir las 575 hectáreas hace varios años; el año pasado solicitó permiso para explotar el yacimiento y vendió los predios a Cementos y Construcciones Nacionales de Oriente. La planta que se está construyendo en Palmar de Bravo, abundó, abarca sólo 195 hectáreas y no se encuentra en el límite de la reserva de la biosfera, sino que quedará fuera y, aparte, cuenta con franja de protección.
La autorización ambiental "condicionada" que extendió la delegación de la Semarnat en Puebla, indicó Díaz García, incluye el cambio de uso de suelo de 44.3 hectáreas de yacimientos minerales, las cuales se encuentran en una superficie general de 195. Los permisos incluyen la instalación de dos plantas, una de cal y cemento, otras de agregados y triturados, así como la exploración, explotación, beneficios y áreas amortiguamiento.
Mencionó que aunque Cementos y Construcciones Nacionales de Oriente es propietario de las 575 hectáreas, tomó la decisión de explotar sólo 195 hectáreas y dejar 243.8 ubicadas dentro de la reserva de la biosfera, en la que se transplantarán todas las especies afectadas.
José Antonio Díaz García comentó que si bien la planta se encuentra cerca de la reserva de la biosfera, no significa que Cruz Azul no pueda explotar en un futuro los yacimientos que allí existen.
"Una reserva no es un santuario. La biosfera Tehuacán-Cuicatlán es más grande que el estado de Tlaxcala; ahí hay muchísima gente, muchas fábricas de lavandería de mezclilla, minas de ónix y grava, bancos de arena, actividades como las salinas", señala.
Dentro de la reserva, agrega, se pide que especímenes de cactos o vegetación se reubiquen; "en el caso de la cementera será en las 243.8 hectáreas que tiene de reserva. La empresa no ha explotado nada, apenas está construyendo la planta, obviamente ya hay movimiento".